El internet satelital de Starlink, un servicio de SpaceX, propiedad de Elon Musk, llegará México a finales de este año, sin embargo, tendrá que ganarse su propio mercado, pues no necesariamente tiene un perfil que compita con la mayoría de los oferentes del mercado.

La tecnología satelital generalmente es más costosa que otra infraestructura como la fibra óptica o el cable coaxial.

El anuncio de preventa de Starlink revela costos que no parecen de fácil acceso para el grueso de la población en México.

Por esa razón, el servicio podría estar acotado a ser una opción para lugares remotos sin infraestructura terrestre de conectividad, comentó a EL CEO Ramiro Tovar, consultor en Regulación Económica y Política de Competencia.

A los interesados en la preventa del servicio, la compañía les requiere un depósito de 100 dólares (alrededor de 2,000 pesos mexicanos) para anotarlos y considerarlos prioritarios una vez que el servicio esté disponible en el país.

El abono de preventa será considerado en el costo de 600 dólares (12,000 pesos mexicanos aproximadamente) del kit de conectividad, que podría integrar un módem y una antena satelital.

Para Tovar, estos precios resultan muy elevados para un usuario residencial o comercial promedio de áreas urbanas.

Internet de nicho

Tal como está planteada, la oferta de Starlink resulta una opción para clientes de un nicho muy específico, aunque aún es pronto descartar que conforme crezca su escala de operación pueda en el futuro ser una opción para usuarios tradicionales.

En opinión de Tovar este servicio podría ser, por ejemplo, una opción viable para corporativos en áreas mineras con actividades en lugares no accesibles para montar infraestructura.

Este servicio más acotado por características y precios compite con un jugador como Hugues, una empresa de origen estadounidense que ofrece servicio residencial y de negocios en México en  aquellas zonas a donde no llegan Telmex, izzi o Megacable.

Para el especialista, el desafío para Starlink será el desempeño de su latencia cuando no haya condiciones climáticas favorables, así como en velocidades de carga y descarga.

El servicio, que también busca llegar a otros países, está pensado justamente como un negocio a escala mundial que puede ser rentable, pero sin que México sea obligatoriamente un mercado de peso para la visión global, agregó Tovar.

Además, vislumbra que el atractivo de Starlink podría ser mayor si eventualmente incorpora paquetes de TV restringida además de acceso a internet y programaciones en 4K y UHF (Ultra High Frecuency) de valor para los usuarios.