La brecha digital no solo evidencia la falta de conectividad a internet para millones de mexicanos, sino también la distancia que aún falta por recorrer para lograr que en todo el país la población cuente con inclusión financiera digital, dos de las principales metas de la actual administración.
La inclusión financiera y digital es uno de los principales desafíos de la Estrategia Digital Nacional (EDN) al frente de Emiliano Calderón, un reto que considera al Banco del Bienestar como el gran parteaguas para lograrlo, aunque aún no se conozca a detalle la estrategia.
Apenas en junio pasado, la Coordinación de la Oficina de Presidencia dio a conocer el Padrón Único de Beneficiarios de los programas sociales de la administración federal que adelantó en febrero pasado en la conferencia matutina del presidente López Obrador, en la que se esperaba conocer la hoja de ruta.
En el foro organizado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones ‘Perspectivas de los sectores de Telecomunicaciones y Radiodifusión en la reactivación económica de la nueva normalidad’, Calderón señaló que la inclusión financiera y digital podrá agilizar los pagos, para lo que el Banco del Bienestar será un gran aliado.
Sin embargo, señaló que la conectividad ‘es un tema delicado y grande que tendrá que platicar con el IFT’. Para el órgano regulador, se tienen que afrontar dos retos en la brecha digital: falta de cobertura y asequibilidad.
Por un lado, llegar a zonas en las que no hay cobertura y, por otro, propiciar la adquisición de servicios en aquellas zonas en las que hay cobertura, pero no asequibilidad, dijo Sóstenes Díaz, comisionado del Instituto en el mismo foro.
La conectividad es esencial para la inclusión financiera pues, además de que facilita otros medios de pago es imprescindible para que el sistema de envío y recepción de dinero como los cajeros automáticos y terminales bancarias, comentó por su parte Samuel Bautista Mora, coordinador general de The Social Intelligence Unit (SIU).
Además, hay otro elemento que impacta en la inclusión y que puede jugar en contra: el alto costo por pago de derechos del espectro radioeléctrico.
En ese sentido, Bautista Mora señaló que si se encarece el costo del espectro utilizado donde se han desplegado redes 2G, por ende se podrían afectar el servicio de las terminales móviles, aunque se tendría que hacer un pronóstico y recuento del impacto.