Google quiere entrar a la banca y ofrecerá cuentas personales en 2020 en asociación con Citigroup y una cooperativa de crédito de la Universidad de Stanford.
El proyecto de la tecnológica se llamará Cache, cuya tarjeta podría desafiar a las compañías de servicios financieros que temen perder parte del mercado.
Además es probable que la firma provoque una reacción en Washington, donde reguladores investigan si grandes empresas de tecnología tienen demasiada influencia en su sector.
No obstante, Google se enfocaría en una asociación estrecha con el sector bancario.
Nuestro enfoque será asociarnos estrechamente con bancos y el sistema financiero. Podría ser un camino un poco más largo, pero es más sostenible,
dijo Caesar Sengupta, director general y vicepresidente de pagos de Google, a The Wall Street Journal.
Para tratar de convencer a los consumidores, Google ofrecería programas de lealtad y no vendería los datos de los usuarios, según Sengupta.
Sobre el cobro por el uso de la tarjeta, el directivo indicó que aún no se ha tomado una decisión al respecto.
Desde 2011, la tecnológica ya había dado sus primeros pasos en el sector financiero con el lanzamiento de Google Wallet, cuyo objetivo es almacenar la información de las tarjetas de crédito y débito. Posteriormente la firma lanzó Google Pay, que sirve para realizar pagos.
El proyecto de la tecnológica está en línea con la estrategia de Apple, que puso a disposición del público una tarjeta de crédito.
También está en sintonía con las intensiones de Facebook con su futura moneda virtual libra, que enfrenta el escepticismo de reguladores financieros.
Autoridades financieras temen que libra sea usada para lavar de dinero o que se vulnere la seguridad de las transacciones y los datos de los usuarios.
Con información de Reuter y The Wall Street Journal