Los efectos de la escasez de chips y semiconductores continúan en aumento desde el inicio de la pandemia y parecen no tener fin a corto plazo. Por el contrario, cada vez más industrias se suman a las afectaciones que ha ocasionado la falta de estos productos a nivel mundial.

En lo que va del año, automotrices como Ford, Nissan y Suzuki han reconocido pérdidas económicas por el paro de operaciones en sus plantas ante la falta de chips, además del retraso de lanzamientos de dispositivos móviles y la disminución en la oferta de aparatos electrónicos. 

La crisis ha impactado a varias industrias en México por el lado de las exportaciones, las cuales son una fuente muy relevante de creación de valor para el país.

El sector automotriz, junto con otros equipos electrónicos, de maquinaria y electrodomésticos representan el sector más importantes de exportación. Tenemos dos tercios de nuestras exportaciones en industrias que están directamente afectadas por esta escasez de chip y semiconductores. México ha sido fuertemente impactado por esta escasez

 dijo Edmundo Montaño, director general de Drip Capital en México, a EL CEO

En 2020, según cifras de la Balanza Comercial de Mercancías del Inegi, México exportó 417,670.3 millones de dólares, de las cuales 89.58% fueron manufactureras, 4.47% agropecuarias, 3.50% de petróleo crudo y 1.77% industrias extractivas. 

En cuanto a usuarios finales, el impacto se refleja en el retraso de lanzamientos, la disminución de oferta y el aumento de precios de algunos productos. 

Cuando tienes poca oferta y la demanda es alta, los precios aumentan. Podremos ver un aumento de precios en ciertos productos. Esto debido a que hay una escasez de dispositivos y los mismos fabricantes están tratando de sacarlos y producirlos

  Gonzalo Rojon, director y socio principal de The CIU

¿Qué ha causado la escasez?

De acuerdo con Montaño, hay tres principales factores que han originado esta falta de chips y semiconductores a nivel mundial:

  • Producción de semiconductores, uno de los principales componente de los chips, está limitada a cierta capacidad y concentrada en muy pocas empresas.
  • La mayoría de las compañías manufactureras tienen una base muy pequeña de inventario o materia prima que utilizan para producir sus productos y ante cualquier problema en la cadena de suministro de proveedores les afecta directamente. 
  • Efecto látigo: cualquier variación o volatilidad en los pedidos, que van desde el consumidor final hasta el fabricador de materia prima, se van a amplificando a lo largo de la cadena de suministro. 

Montaño comentó que al inicio de la pandemia se calculaba que habría una caída en el consumo de autos y ciertos productos. Esto a su vez se propagó hasta los fabricantes de semiconductores que redujeron su capacidad de producción. Pero pasó lo contrario y hubo mayor demanda, sobre todo  en productos electrónicos y de computadoras por el trabajo de casa. 

A lo largo de la cadena empezó a haber una demanda mucho mayor de estos productos y ahí fue donde comenzó el problema. Muchas empresas comenzaron a acumular más inventario del que realmente necesitaban

 Edmundo Montaño

Asimismo, Rojon comentó que, por un lado, cada vez se le ponen más microprocesadores a las cosas y la pandemia provocó que se necesitarán más dispositivos móviles. A la vez, “la pandemia empezó a romper las cadenas de producción de los microprocesadores”.

Posibles alternativas ante la falta de chips y semiconductores 

Ante el desabasto, los fabricantes de semiconductores y chips estarán tomando la decisión de a quién y de qué forma le va a surtir. 

“En ellos está la decisión de cómo distribuir estos componentes a lo largo de diferentes industrias y cadenas de suministro”, comentó Montaño.

Otra alternativa que están tomando los fabricantes es la de buscar incrementar la capacidad en el corto y largo plazo con la construcción de nuevas plantas, aunque esto les tomará un par de años y no será suficiente para frenar la escasez.

Por ejemplo, Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), el mayor fabricante de chips por contrato en el mundo, está planeando construir cinco fábricas de chips más en el estado de Arizona.

TSMC anunció en mayo de 2020 que construiría una fábrica de 12,000 millones de dólares en Arizona, una aparente victoria de la administración Trump en su impulso para luchar contra las cadenas de suministro de tecnología global de China.

Se espera que la instalación comience a producir en volumen en 2024, dijo en diciembre la comisión de inversiones del Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán, que aprobó la inversión.