Empleados de Google exigieron públicamente a la compañía abandonar un proyecto de motor de búsqueda en China que cumple los requerimientos de censura exigidos por Pekín.
El proyecto se conoce como ‘Dragonfly’. Su existencia fue reconocida en octubre por el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, quien la justificó argumentando que era mejor ofrecer un potente motor de búsqueda con restricciones que dejar a los chinos con herramientas más deficientes.
“Nuestra oposición a Dragonfly no tiene nada que ver con China”, dice una carta firmada por 90 empleados y que insta a sus colegas a sumarse. “Nos oponemos a las tecnologías que ayudan a los poderosos a oprimir a los más vulnerables, en cualquier lugar”.
“Dragonfly en China sentaría un peligroso precedente en un momento de incertidumbre política, un precedente que impediría a Google negarse a concesiones similares para otros países”, añade la carta.
Varias organizaciones denuncian también el proyecto, incluidas Human Rights Watch, Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional, que lanzó una petición en línea para exigir que se abandone.
“Es un momento crucial para Google”, estimó Joe Westby, investigador de tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional, en un artículo publicado este martes en el sitio de la organización.
“Como el principal motor de búsqueda del mundo, debería luchar por un internet donde la información sea de libre acceso para todos en lugar de apoyar la sombría alternativa del gobierno chino”, señaló.
Durante una conferencia el mes pasado en San Francisco, Sundar Pichai dijo que Google debía “reflexionar muy seriamente” acerca del mercado chino, a pesar de las críticas sobre la eventual complicidad de la compañía con la censura de Estado en China.
“Siempre tomamos en cuenta una serie de valores”, explicó. “Y debemos también respetar la ley que se aplica en cada país”.
“Se trata de que nosotros podríamos responder a más del 99% de las búsquedas (…) Hay muchos casos en los que proporcionamos información de mejor calidad que la que está actualmente disponible”, agregó.
Google, una filial de Alphabet, cuenta con tres oficinas y 700 empleados en China, donde logra importantes beneficios en materia de publicidad, pero cerró su motor de búsqueda en el país en 2010, luego de rehusarse a cumplir con la exigencia de Pekín de censurar algunos resultados.
Twitter, Facebook, YouTube y el New York Times están bloqueados en China, mientras el motor de búsqueda de Microsoft, Bing funciona.