Tras la reconfiguración de la oferta de contenido ‘a la carta’ y de nuevas necesidades tecnológicas derivadas de la pandemia, el 2023 supone un año retador para las plataformas de streaming por los deportes en vivo y los planes con publicidad, mientras que para la tecnología la atención estará puesta en la Inteligencia Artificial (IA) y los chips.
De acuerdo con las predicciones de Tecnología, Medios de Comunicación y Telecomunicaciones para 2023 de Deloitte, el foco va a estar en las innovaciones, en las propuestas de las plataformas y los cambios en los modelos de negocio, en tanto que la crisis de semiconductores será cosa del pasado al ser la IA una tecnología aliada para el desarrollo de chips.
La consultora puntualizó que además de que los deportes en vivo y los anunciantes son nueva cancha para la batalla de los servicios de streaming y las herramientas de IA servirán para desarrollar mejores chips; el espacio se llenará de satélites.
Si bien durante el confinamiento se generó un auge particular de oferta de contenido streaming, que a su vez dio lugar no solo a que plataformas como Netflix y Amazon Prime se renovaran, sino que el mundo viera nacer y transformarse a Disney Plus, HBO Max, Star y Paramount, el reto ya no se limita a la oferta de series y películas.
Publicidad, un reto que ya es una realidad
De acuerdo con las predicciones, el crecimiento global de los servicios de streaming incluye un aumento del video bajo demanda con publicidad (AVOD, por sus siglas en inglés), un cambio de escenario en el que el contenido estaba libre de anuncios.
En ese sentido, Deloitte anticipa que para finales de 2023, los principales servicios de video on demand por suscripción, en los mercados desarrollados, podrán haber alcanzado un nivel que esté financiado con publicidad para complementar las opciones sin publicidad, que no desaparecerán.
La oferta de planes con publicidad es una realidad que Netflix aterrizó a finales de 2022, con la idea de seguir compitiendo en este mercado, captar nuevos clientes y mantener robusta a su base, que empezó a perder peso con la llegada de nuevos jugadores.
Para finales de 2024, la mitad de estos proveedores también habrán lanzado un servicio gratuito de transmisión de TV con publicidad y, para 2030, la mayoría de las suscripciones de servicios de video en línea se financien parcial o totalmente con publicidad
señaló la firma en sus predicciones
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Deportes en vivo, nueva cancha para la batalla de streaming
Según Deloitte, los proveedores de streaming están gastando millones de dólares en deportes en vivo al adquirir derechos en todo el espectro de eventos deportivos, “en un intento por atraer, retener y monetizar a sus audiencias, a través de este popular contenido”.
Al respecto predice que, para este año, 2023, los streamers podrían gastar más de 6,000 millones de dólares para adquirir los principales derechos deportivos en los mercados globales más grandes.
Para poner eso en perspectiva, en 2021, el gasto combinado en contenido de todos los proveedores de transmisión fue de alrededor de 50,000 millones de dólares.
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IA, aliada para el desarrollo de chips
Las empresas de chips están utilizando IA para ayudar a diseñar semiconductores de manera más rápida, económica y eficiente.
Deloitte Global predice que, en 2023, las principales empresas de semiconductores del mundo podrían gastar 300 millones de dólares en herramientas de IA internas y de terceros para diseñar chips; una cifra que podría crecer 20% anual durante los próximos cuatro años para superar los 500 millones de dólares en 2026.
Las herramientas de diseño de IA permiten a los fabricantes de chips ampliar los límites de la Ley de Moore, ahorrar tiempo y dinero, e incluso llevar diseños de chips más antiguos a la era moderna
señala la consultora en sus predicciones
Por su parte, los semiconductores sobrealimentados, fabricados con materiales de alta potencia, están llevando el desarrollo de chips a un nuevo nivel, con materiales que reemplazan al silicio –principalmente, el nitruro de galio y el carburo de silicio–, los cuales son adecuados para los voltajes más altos, los niveles de potencia y la resiliencia necesarios para aplicaciones cada vez más comunes.
Esta fórmula aplica a baterías de vehículos eléctricos (EV), cargadores de productos electrónicos de consumo supereficientes, paneles solares potentes, aplicaciones militares avanzadas, tecnología espacial y energía nuclear.
La consultora vaticina que los chips fabricados con materiales semiconductores de alta potencia podrían vender un total de 3,300 millones de dólares en 2023, casi un 40% más que en 2022.
Se espera que el crecimiento de este tipo de chips se acelere a casi un 60% en 2024, lo que posiblemente genere ingresos de más de 5,000 millones de dólares.
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