El proceso de registro de empresas de tecnología financiera (fintech) fue largo y costoso, pero traerá grandes beneficios al sector y seguridad a los usuarios, asegura Simon Dalgleish, director del crowdfunding inmobiliario M2Crowd.

“Si bien existen costos, tendrán beneficios grandes al establecer un sistema robusto, con competencia y seguro”, dijo el directivo.

M2Crowd fue la primera fintech en presentar su documentación ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en febrero de este año. Desde el 25 de septiembre se convirtió también en una de las 25 empresas de financiamiento colectivo (crowdfunding) con permiso para operar mientras el regulador emite las autorizaciones definitivas.

En total, solo 85 de las 200 fintech que operaban hasta la semana en México se registraron ante el regulador bancario. De estas, 60 son wallets y el resto empresas de crowdfunding (25)

Al que madruga…

Que esta firma se haya registrado ante la CNBV mucho antes que los demás competidores del sector es reflejo de un trabajo de planeación que comenzó desde 2015.

M2Crowd se formalizó en noviembre de 2017. Sin embargo, dos años antes, la firma ya trabajaba en un planteamiento legal, fiscal y operativo basado en el esquema utilizado por las autoridades financieras en Reino Unido.

“Sabíamos que no había una Ley Fintech en ese momento y no sabíamos cuándo íbamos a tenerla, así que sentimos que sería bueno basarnos en otro marco jurídico. Cuando por fin salió, ya teníamos más o menos una idea de cómo íbamos a responder; esa fue una ventaja”, dijo Dalgleish.

Llegar de avanzada le permitió a la firma “aprovechar el tiempo” y abrir un diálogo con el regulador bancario sobre los diferentes aspectos de la legislación. Además, le permitió reducir costos respecto a los competidores que iniciaron el proceso posteriormente.

Una de las principales quejas de este tipo de empresas fue el costoso proceso de registro, que ascendía en promedio a 55,000 dólares, de acuerdo con Endeavor Intelligence.

La CNBV debe determinar en un plazo de entre 90 y 180 días si las empresas registradas recibirán su autorización definitiva o no para operar como fintech.

Más confianza

Para Dalgleish, uno de los aspectos más positivos del registro de las empresas ante la CNBV es que se robustecerá el sistema financiero y se dará más seguridad a los clientes sobre sus inversiones. Considera que habrá suficiente competencia dentro del sector, puesto que habrá 25 competidores que actualmente operan, más lo que se sumen en el futuro.

“Me hubiera preocupado mucho si hubiéramos sido los únicos (que presentaron su registro). Ahora veo que tendremos un ecosistema sólido”, comenta.