La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por casi 2,000 millones de pesos (mdp) en tres obras ferroviarias que se encuentran en construcción desde el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Se trata de obras del Tren Interurbano México-Toluca, el Tren Eléctrico Urbano de Guadalajara y el Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey.

Las dos primeras están a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la tercera del gobierno de Nuevo León.

En dos auditorías, con folios 385-DE y 364-DE sobre el Tren Interurbano, la ASF detectó 11 irregularidades por al menos 220.7 mdp en la tercera entrega de la fiscalización de la cuenta pública de 2018.

El Tren Eléctrico Urbano de Guadalajara, en construcción desde 2014, por su parte mostró deficiencias por 199 mdp.

Estos dos trenes son emblemas de las obra públicas de movilidad impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto. La administración del mexiquense prometió dejarlos en operación antes del fin de su sexenio, sin embargo, ambas están aún en desarrollo.

En la construcción de la Línea 3 del Metrorrey la ASF identificó al menos 1374.8 mdp pagados en conceptos irregulares o fuera de norma. Esta obra que se planea esté inaugurada para 2021, es la que más irregularidades presentó por sí sola, con 13.

La ASF determinó dos recomendaciones, siete promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria y 15 pliegos de observaciones.

La tercera entrega de la fiscalización de la cuenta pública del año pasado es la última que se puede adjudicar a la administración de Enrique Peña Nieto.

Irregularidades a bordo

La ASF divide en tres etapas la fiscalización del gasto público anual: en junio, octubre y febrero. Las anomalías reportadas en la tercera entrega en 2018 no son las únicas en las que aparece el Tren Interurbano.

En octubre del año pasado, el ente auditor reportó irregularidades financieras por cerca de 625 mdp en el tren que conectará el Estado de México con el poniente de Ciudad de México.

En suma, los presuntos actos de corrupción reportados, la mala planeación y falta de supervisión triplicaron el costo original de la obra, según datos de la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

De los 220.7 mdp en pagos irregulares reportados por la ASF, tres corresponden al suministro de material rodante, así como otros sistemas ferroviarios, la construcción de un túnel y dos subestaciones.

El mayor monto reportado por el organismo corresponde a 78.4 mdp extra que se pagaron por asesorías, control, evaluaciones de seguridad del tren, cuando estos ya habían sido considerados en el monto original de la obra.

En total, la ASF reportó 11 irregularidades en el Interurbano.

En el caso del Tren Eléctrico Urbano de Guadalajara, la ASF halló 12 irregularidades por pagos indebidos, improcedentes, duplicados, no documentados y modificaciones de los precios originales de catálogo, entre otros conceptos.

Estos corresponden al contrato por la construcción del viaducto 1 entre Periférico-Zapopan y Federalismo, así como de siete estaciones elevadas. La cantidad más grande corresponde a una modificación del precio de catálogo original a destiempo, por 43.8 mdp.

La obra de movilidad “más grande en movilidad” durante el sexenio pasado en Jalisco, como fue presumida también continúa en construcción, cuando originalmente se tenía previsto que empezara a funcionar en 2018.

La Línea 3 del Metrorrey es la obra ferroviaria con mayor monto por irregularidades en esta entrega de la ASF.

En seis observaciones que realizó el ente fiscalizador, el gobierno neoleonés no justificó el pago de 1,374.8 mdp.

El mayor monto es de 1,172 mdp, que la Secretaría de Infraestructura pagó por modificación de contratos originales, lo que llevó de 1,871.9 mdp a 3,043.3 mdp el costo de la obra.

La línea 3 del Metrorrey comunicará la zona del Hospital Metropolitano y Nogalar con el Barrio Antiguo y será la más pequeña del sistema. Se tiene previsto que comience a operar el próximo año.