Hora cero. Este miércoles 20 de enero inicia de manera oficial el primer periodo presidencial de Joe Biden, después de un proceso electoral agitado y aún más convulsa certificación de su victoria, un periodo de transición que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador atravesó con tropiezos.
Los asuntos migratorios, de política energética, comerciales, laborales y de cambio climático afectarán directamente la relación con un socio estratégico en la que en los últimos dos años del presidente saliente, Donald Trump, México optó por mantener una postura poco confrontativa.
Desde el inicio de la administración de López Obrador, en 2018, se vivieron episodios como la continua detención de migrantes mexicanos (y centroamericanos) en centros donde el trato se calificó como reprochable, de acuerdo con Aministía Internacional, lo cual derivó en la amenaza de imponer aranceles al acero mexicano de hasta el 25%, en caso de no aceptar la intención estadounidense.
Una visita a la Casa Blanca en julio del año pasado, en compañía de una comitiva de empresarios mexicanos, mostró a un López Obrador dispuesto a mantener el tono.
Aunque en el plano diplomático se dieron momentos de tensión, cuando el canciller, Marcelo Ebrard -responsable de desactivar la primera amenaza arancelaria- no cedió a la presión de votar a favor de entrometerse en los asuntos internos de Venezuela, como buscaba Estados Unidos. También la exoneración del general Salvador Cienfuegos, liberado en noviembre y del cual su expediente fue entregado y compartido públicamente por instrucción del presidente en días recientes.
Esta vez, los analistas auguran un efecto dominó -no positivo- de frente al virtual gobierno de Biden.
Cuando el mandatario mexicano decidió acudir a Estados Unidos, los analistas advirtieron que tal acto pudo haberse interpretado como un espaldarazo político para Trump, quien se encontraba en campaña.
Después, una vez que los conteos oficiales apuntaron a Biden como virtual ganador de los comicios estadounidenses, López Obrador decidió no felicitar al candidato demócrata -como lo hicieron líderes de todo el mundo- sino hasta que fuera una victoria ratificada por el Colegio Electoral de Estados Unidos: es decir, 42 días después del día de la votación.
Es un error estratégico porque la victoria de Biden fue amplia. No reconocer el triunfo de Biden tendrá consecuencias porque México atraviesa una pandemia, una recesión y problemas domésticos de violencia
consideró entonces Ana Leroy, consultora y experta Relaciones Exteriores
Seguridad
Aunque las relaciones entré México y Estados Unidos en materia seguridad siempre han sido materias muy complejas, a partir de que empiece Joe Biden, lo serán más, de acuerdo con Juan Ibarrola, experto en Seguridad y Fuerzas Armadas.
“AMLO tiene una estrategia completamente distinta a las de otros presidentes frente a Estados Unidos, más frontal. Y ahora empieza con un golpe: detener un secretario de defensa sin tener una cooperación del gobierno mexicano fue un golpe fuerte”, sostuvo sobre el resultado del trabajo diplomático y de las fiscalías de ambos países que derivó en la liberación, sin acción penal, del exsecretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
Respecto a la tensión con Estados Unidos también mencionó los cambios a la participación de agentes extranjeros por la reforma legislativa que empujó López Obrador.
Sin embargo, Ibarrola sostiene que ese cambio es un ordenamiento a la operación de dichas organizaciones en el país.
“Se le dio orden a algo que ya no se estaba haciendo, pues agencias como ICE o DEA trabajan por la libre en México”, dio.
Afirmó que es importante es comprender a Biden como presidente y no como parte de un equipo de gobierno, en referencia a su periodo como vicepresidente de Barack Obama.
Hay muchos temas que no se pueden mezclar por las amenazas que tienen en seguridad, por eso es importante que esta relación llegue a un proceso de cooperación. No se puede mezclar política y seguridad por las amenazas que tienen ambos: narcotráfico, lavado de dinero, terrorismo.
Sobre la transición en equipos de trabajo que ya operaban con Donald Trump y ahora lo harán bajo el gobierno de Joe Biden, aseveró que esas instituciones que tienen una naturaleza y tienen objetivos claros.
“Con el cambio de secretario de Defensa, de director de la DEA, se rediseña la linea de trabajo, pero es importante encontrar esos puntos de acuerdo para generar mayores éxitos que Trump en un corto plazo”, dijo.
Comercio Exterior
Según Leroy, México tiene que cumplir varias cláusulas del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“En el ámbito laboral como la respuesta y vigilancia a la reforma laboral, que fue un requisito para la firma del pacto comercial. Así como la rendición de cuentas sobre lo que se acordó hacer también respecto a inversionistas, bajo el acuerdo que México tiene firmado en el T-MEC”, dijo respecto a la eliminación del outsourcing.
Pero también está la más reciente propuesta presidencial de eliminar los organismos autónomos y reguladores.
Por otra parte, están los senadores demócratas (partido al que represente Biden) que se dicen inconformes por las condiciones de para invertir en México.