Rodrigo A. Rosales
La recuperación del mercado laboral mexicano durante 2021 y tras el impacto de la pandemia de COVID-19 estuvo marcada por la precariedad salarial.
De los 3.28 millones de ocupados que ingresaron al cierre del año pasado, respecto a igual periodo del 2020, 94.6% percibió de ingresos máximo dos salarios mínimos, de acuerdo con datos de Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
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Es decir, 3.10 millones de personas recibieron ingresos hasta por 8,502 pesos mensuales durante el año pasado, cuando el salario mínimo fue de 141.7 pesos al día, según la encuesta que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A detalle por nivel de ingresos, 1.68 millones de las personas que se incorporaron al mercado de trabajo percibieron más de un salario mínimo (4,251 pesos) hasta dos salarios mínimos al mes.
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Mientras que 1.42 millones ganó hasta un salario mínimo; 645,429 no se especifica en la ENOE y 177,268 consiguió trabajo sin recibir ingresos.
En este último rubro se clasifican tanto los trabajadores dependientes no remunerados como los trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades agrícolas de subsistencia.
Cae número de personas con mayores ingresos
En los niveles de ingresos restantes se registraron bajas, es decir, los ocupados consiguieron un rango salarial menor por la merma que ocasionó la contingencia sanitaria en el 2020.
La ENOE reportó una caída de 422,475 ocupados que percibían ingresos de más de dos hasta tres salarios mínimos al cierre del año pasado. Mientras en el umbral de más de cinco salarios mínimos se reportó una pérdida de 175,059 ocupados.
En el rubro de personas que perciben más de tres y hasta cinco salarios mínimos se registró una caída de 47,478 ocupados.
A esta zozobra salarial de los nuevos ocupados se suman las condiciones efímeras en las que entraron a trabajar.
65% sin acceso a servicios de salud pública y privada
Por condición de acceso al sector salud, pública o privada, de los 3.28 millones de personas que entraron a trabajar, 65% no tiene acceso a este tipo de instituciones; este apartado se limita exclusivamente al hecho de que el trabajo o actividad económica que realizan las personas les dé acceso o no a los servicios de salud que preste una institución.
Mientras por condición de esquema de contratación, de los 3.28 millones de nuevos ocupados, 59.9% ingresó a la informalidad.
Además, por tipo de unidad económica, 53.0% del total entró a laborar a micronegocios, porcentaje del cual, 908,876 personas lo hicieron en negocios sin establecimiento y 828,496 con establecimiento.