El gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo arrancó con una mancha ambiental: la comunidad totonaca de Ojital Viejo, en Papantla, Veracruz, denunció un derrame de hidrocarburos que lleva 42 días sin ser atendido por Petróleos Mexicanos (Pemex), hoy liderado por Victor Rodríguez Padilla.

Organizaciones ambientalistas, como la Alianza Mexicana Contra el Fracking y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), informaron sobre este desastre que ya ha causado la muerte de especies nativas y animales domésticos.

Además, pozos artesianos y parcelas de cultivo “han sido severamente contaminados”, poniendo en riesgo a las comunidades cercanas, como Papantla y Coatzintla. 

Preocupa que el arroyo afectado es afluente del Río Cazones, que desemboca en el Golfo de México, “lo que agrava el impacto ecológico a gran escala”.

Según las organizaciones, se identificó la situación por un recorrido realizado por la Alianza Mexicana Contra el Fracking a finales de septiembre, por el que se recopiló evidencia del abandono de Pemex en la zona. 

Se identificó a “una cuadrilla de apenas ocho empleados de Pemex, sin equipo adecuado ni medidas de seguridad, que se limitaba a remover el suelo contaminado con herramientas rudimentarias, una respuesta que palidece ante la magnitud del problema”.

Además, las lluvias recientes del 1 de octubre han dispersado aún más los contaminantes.

“Hasta hoy, 3 de octubre, no se han acercado autoridades para atender la fauna y flora endémica afectada, ni la salud de los habitantes. Tampoco ha habido información oportuna sobre el alcance del derrame y las medidas para frenarlo y remediarlo”, se lee en la misiva. 

Denuncian discriminación de Pemex

Los habitantes de Ojital Viejo y las comunidades cercanas reportan una negligencia sistemática por parte de Pemex, agravada por “un trato despótico y discriminatorio hacia los afectados”. 

Desde que comenzó el derrame el 21 de agosto, no ha habido presencia de autoridades ni respuestas para mitigar los daños a la fauna y flora endémica, mucho menos para salvaguardar la salud de los residentes.

La situación en Ojital Viejo no es un hecho aislado. El punto de fuga fue localizado en un oleoducto que tiene más de 70 años sin recibir el mantenimiento adecuado, y que, según los habitantes, ha ocasionado desastres similares en el pasado. 

Hace apenas un año, las comunidades también enfrentaron una fuga de gas en otro de los ductos de Pemex.

“Lo más indignante” es que este territorio, es hogar del sitio arqueológico de El Tajín y la ceremonia de los Voladores de Papantla, ambos Patrimonios de la Humanidad.

“Ha sido tratado por Pemex y las autoridades como una zona de sacrificio”.

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