El gobierno de Andrés Manuel López Obrador rechazó este jueves una resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos que abre la puerta a la restricción de solicitudes de asilo de inmigrantes, y dijo que evaluará la medida, que podría sofocar las ya saturadas instalaciones migratorias en México.

El miércoles, la Corte Suprema estadounidense aceptó una solicitud del gobierno del presidente Donald Trump para hacer cumplir plenamente una nueva norma que restringe las solicitudes de asilo de inmigrantes en la frontera con México, un elemento clave de sus políticas de línea dura.

Nosotros tenemos en México una política muy distinta a esa y no vamos a variar esa política. No coincidimos,

dijo Ebrard durante la conferencia matutina del presidente.

La Corte expuso que la norma, que requiere que la mayoría de los inmigrantes que desean asilo primero lo busquen en el país a través del cual viajaron a Estados Unidos, puede aplicarse mientras continúa el litigio que cuestiona su legalidad.

La regla aplicaría a la gran mayoría de los miles de migrantes -en su mayoría centroamericanos- que, cada año, solicitan asilo en la frontera sur de Estados Unidos, en medio de un recrudecimiento de la política migratoria de Trump, un asunto que ha marcado su presidencia y que es central en su candidatura para la reelección en 2020.

Nosotros no podemos ni debemos hacer otra cosa que defender los intereses de México y limitar que seamos objeto de la continua política de Estados Unidos. Hoy (jueves) vamos a tener varias reuniones para tener la estimación específica de cuáles son los efectos,

declaró el canciller.

Las solicitudes de asilo en Estados Unidos por parte de mexicanos se han venido reduciendo mientras que los pedidos de centroamericanos, caribeños y hasta africanos viene en aumento, algo que ha saturado las instalaciones migratorias mexicanas.

El gobierno de López Obrador ha dejado en claro que no se convertirá en un “tercer país seguro”, lo que supone que las personas que solicitan asilo en un país puedan recibir el mismo tipo de protección en otra nación, considerada segura, para aliviar los flujos migratorios del primero.

“Eso no puede ser derivado de una resolución de la Corte en otro país, eso es un tratado entre dos o más países. México no lo va a aceptar bajo ninguna circunstancia”, destacó.

Esta semana, México descartó tomar medidas adicionales para frenar a las decenas de miles de migrantes que cruzan su territorio tratando de llegar a Estados Unidos, alegando que ha sido exitoso frenando los flujos migratorios y pidió hacer lo mismo a Estados Unidos con el tráfico de armas.

La víspera, el presidente López Obrador escribió en su cuenta de Twitter que había tenido una “buena conversación” telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

La llamada entre los dos mandatarios se dio un día después de la reunión en Estados Unidos entre Marcelo Ebrard y el vicepresidente, Mike Pence, la cual fue calificada por López Obrador como exitosa.

La visita del canciller fue para hacer una revisión de los avances en el acuerdo migratorio suscrito a principios de junio.

Tras la reunión en Washington, Ebrard descartó la aplicación de medidas adicionales a las pactadas con Estados Unidos para frenar a los migrantes que atraviesan México en busca de cruzar la frontera.

En cambio, Ebrard planteó a Washington congelar el tráfico ilícito de armas a México.