La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está por lanzar una megalicitación para el arrendamiento vehicular para programas sociales y ambulancias, que tiene al sector con sentimientos encontrados.

Para la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVE), que agrupa a 12 de los principales jugadores del sector, esta compra consolidada “impulsa la figura del arrendamiento y la homologación de procesos de licitación”, lo que redunda en una buena noticia para las firmas que se dedican a la renta de automóviles, considera Liliana Anaya, gerente general del organismo.

Sin embargo, dentro de los posibles licitantes el panorama no luce tan atractivo, pues implica problemas logísticos en la entrega de los vehículos para programas sociales y ambulancias.

“Todo tiene que salir el mismo día, a la misma hora, en los mismos volúmenes y entregar a las dependencias al mismo tiempo. Eso es prácticamente imposible”, dice un socio de la asociación, que habló con EL CEO bajo condición de anonimato.

El grado de dificultad de esta licitación está en que las plantas de ensamblaje produzcan un gran volumen de automóviles (se espera que las exigencias del gobierno federal sean de alrededor de 10,000 unidades), que venderían 20% o 30% más barato, “porque las arrendadoras les doblamos la mano, no nos venden a precio lleno”.

Por ello considera que es necesaria una mayor planeación por parte de las autoridades hacendarias, que dé oportunidad a las armadoras de producir y enviar lo que se necesita.

Cualquiera puede cubrir los volúmenes (que pide el gobierno), eso no lo veo como problema. Pero no puedes hacerlo al mismo tiempo, ahí es donde está el error. Se tiene que hacer algo más estructurado

 ‘Hay dos o tres gallos’

Para este proceso, el número de vehículos que requiere la Administración Pública Federal debe ser suficiente para cubrir los requerimientos de los programas sociales y ambulancias.

Por ello, aunque la invitación a participar en la licitación es abierta para todo aquel que quiera, el socio de AMAVE considera que “hay dos o tres gallos, no hay más”, pues difícilmente empresas sin experiencia van a poder dar la atención necesaria a los autos rentados.

De los socios de AMAVE, nueve son empresas administradoras de flotas vehiculares y solo tres se dedican a la renta diaria. Además, alrededor de 30% de los socios se dedican a atender a gobierno, mientras que los demás se enfocan en el sector privado.

Entre todos los socios, tienen alrededor de 180,000 unidades.

Las licitaciones del gobierno federal obligan a las empresas de arrendamiento vehicular a proveer servicios y a tener autos sustitutos. Además, en la práctica, las autoridades no envían los coches a talleres certificados para darles mantenimiento, se queja la fuente.

Actualmente, AMAVE reconoce a 500 talleres en México que cumplen con los lineamientos y la calidad que necesitan sus agremiados para mantener los autos en buenas condiciones.

Las dificultades de trabajar con gobierno

La AMAVE advierte que para muchos de sus agremiados trabajar con gobierno es un proceso difícil.

El tema gobierno es complicado, no todas las arrendadoras manejan con eficiencia el tema de los servicios, que van desde tenencia, verificación o cambio de unidad

,dice Anaya.

Además, existen otros factores que inhiben la participación de las empresas en la megalicitación de arrendamiento vehicular, como la falta de pagos por parte del gobierno.

Este tema ya fue expuesto a las autoridades hacendarias, que se comprometieron en una reunión a hacer los pagos en tiempo y forma, dice la gerente general de AMAVE.

EL CEO contactó a la SHCP para conocer su postura y la fecha exacta en que se emitirá la licitación, pero no obtuvo respuesta.

El dinero, ¿un problema?

En cuanto al dinero que prevé destinar el gobierno federal a la licitación, no existe todavía información oficial. Sin embargo, se espera que sea un monto menor al destinado para contratos multianuales en la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Durante el sexenio pasado, se destinaron 15,000 millones de pesos a arrendamiento vehicular.

Para el socio de la AMAVE, esta no es una buena señal debido a que “el gobierno anterior agarró contratos con el dólar a 13 pesos; ahora la administración quiere fondear muy bajo”.

Sin embargo, reconoce que existe un optimismo moderado en el sector por esta nueva megalicitación de arrendamiento vehicular y que hay participantes que buscan ampliar sus operaciones para atender al gobierno federal.

Todos están optimistas en entrar, pero el problema no es entrar, es quedarte, mantenerte y funcionar