Ha sido una semana complicada para el sector energético en México.

Desde el lunes, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció durante su conferencia de prensa que revisará los contratos que tiene la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con las firmas Carso Energy, IEnova y TransCanada, el panorama no lucía bien. 

“Si los ductos no se pueden construir, como está sucediendo en siete grandes gasoductos, se tiene que estar pagando a las empresas, aunque no haya gas. Hay siete gasoductos parados que van a significar una erogación para el mediano plazo de 21,000 millones de dólares a la Comisión Federal de Electricidad”, dijo el presidente.

La declaración del mandatario alteró a los mercados y envió una mala señal a los inversionistas, pero eso no fue todo.

Durante la conferencia, López Obrador también anunció que envió cuatro ternas al Senado de la República para elegir a los próximos consejeros de la Comisión Reguladora de Energía. De acuerdo con el mandatario, para su selección procuró “12 técnicos”, sin embargo, los analistas en la materia consideran que ninguno de los propuestos cumple plenamente con el perfil de comisionado y temen que, con su llegada, la CRE pierda independencia.

“No son personas que hayan tenido una gran experiencia como reguladores de energía ni un liderazgo en la materia”, dice Miriam Grunstein, socia fundadora de Brilliant Energy Consulting.

Afines a López Obrador

Entre las reservas de los especialistas sobre los probables comisionados de la CRE están la falta de experiencia relevante en materia energética y la posibilidad de que la entidad encargada de regular las industrias de gas, refinados, derivados de hidrocarburos y electricidad pierda independencia en su toma de decisiones debido a las lealtades políticas de sus comisionados.

“Aunque el comisionado presidente tenga voto de calidad, se la van a poner muy difícil porque va a estar rodeado de personas que le deben un gran favor al presidente, pues ninguno amerita el cargo”, considera Grunstein.

El tema no es menor.

La CRE funciona con un esquema de siete comisionados que cambian cada siete años. En diciembre pasado, sin embargo, la entidad perdió a cuatro de sus miembros y con ello el quorum necesario para sesionar.

Jesús Serrano Landeros dejó su cargo el 31 de diciembre, al concluir el periodo para el que fue designado. Sus compañeros Neus Peniche Salas, Marcelino Madrigal y Montserrat Ramiro Ximénez renunciaron a sus puestos.

Por este motivo, Andrés Manuel López Obrador propuso ternas para cada uno de los asientos vacíos.

De los propuestos, 10 han sido colaboradores de Petróleos Mexicanos, de acuerdo con la semblanza curricular enviada al Senado de la República. Además, la mayoría tiene estudios y trayectoria académica en instituciones de educación superior como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Veracruzana, el Tecnológico de Madero y el Instituto Politécnico Nacional.

“Es preocupante que nos estén presentando a gente que ha estado en alguna parte de la cadena de Pemex, pero que no tienen idea de temas eléctricos”, pues gran parte de las funciones de la CRE tienen que ver con ese sector, dice el analista Ricardo Smith en entrevista con EL CEO.

“Es algo grave que el perfil que está enviando el Ejecutivo es un perfil de temas técnicos, no de reguladores. Tiene una confusión grave de qué hace un comisionado de la CRE, que tiene una visión muy amplia de la regulación de sectores económicos”, añade.

Entre los propuestos del presidente López Obrador se ubican nombres que abiertamente han estado contra el proceso de Reforma Energética. Tal es el caso de Luis Linares Zapata, cofundador y articulista del diario La Jornada, quien formó parte entre 2008 y 2011 del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo, un grupo que buscaba el rechazo del paquete de iniciativas presentadas por el entonces presidente Felipe Calderón “por su evidente intención privatizadora y su carácter contrario a la Constitución”.

Creo que lo que quiere el presidente es controlar la CRE, que mayoriteen a (el comisionado presidente Guillermo) García Alcocer y no se opongan a lo que el presidente quiera , Miriam Grunstein

¿Riesgo para los privados?

De acuerdo con especialistas consultados, el hecho de que Andrés Manuel López Obrador proponga a cuatro de los siete comisionados de la CRE este año es una fuente de incertidumbre para las firmas extranjeras.

“El mensaje que están enviando (desde el gobierno federal) es que para ellos el nuevo papel de la CRE con los nuevos comisionados va a ser acatar reglamentaciones que vengan de la Secretaría de Energía, no defender los estándares que promueven competencia económica independiente”, expone Smith.

Para Miriam Grunstein, el riesgo se encuentra en la inclinación política de los nuevos comisionados y las semejanzas de sus posturas con la nueva administración federal.   

“La CRE es la que otorga y niega permisos y si hay un prejuicio en contra del sector privado podría redundar en que se actuara con discriminación respecto de ciertos privados”, comentó Grunstein.

“Es temprano para entender si va a haber continuidad en las decisiones de la CRE, aunque el liderazgo de Guillermo García Alcocer sigue siendo muy importante. Tenemos que analizar con detenimiento qué tipo de visión tienen”, considera el director de Energía y Recursos Naturales FTI Consulting.

Para Rosanety Barrios, analista independiente en temas de energía, el principal riesgo para los mercados es que, debido a que los propuestos para comisionados de la CRE tienen perfiles técnicos, les tomará tiempo entender temas de regulación.  

“El riesgo es la curva de aprendizaje, porque (los propuestos para comisionados) tienen un conocimiento técnico documentado, pero la regulación al sector energético es compleja; requiere de una visión regulatoria. El riesgo es que se hacen las cosas lentas”, dice.

AMLO vs. CRE, un historial de tensiones

Andrés Manuel López Obrador acusó el martes a los consejeros de la CRE de fungir como cabilderos de las firmas privadas.

“Lo contratos los entregaba la CRE, que tenía un súper poder, le tenía que pedir permiso a la CFE, le tenía que pedir permiso a Pemex para operar y estaba al servicio de los particulares”, comentó el mandatario en su conferencia de prensa.

Las tensiones entre la entidad reguladora y el actual gobierno no son nuevas.

En octubre, el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para que la CRE y la Comisión Nacional de Hidrocarburos perdieran su autonomía y pasaran a formar parte de la Secretaría de Energía.

“Los órganos reguladores en materia energética a que se refiere el párrafo octavo del Artículo 28 Constitucional estarán sectorizados en la Secretaría de Energía”, mencionaba la iniciativa de Ley Orgánica de la Administración Pública Federal presentada en San Lázaro.

Semanas después trascendió que la ahora secretaria de Energía, Rocío Nahle, pidió la renuncia a Guillermo García Alcocer.

Legalmente, solo se puede pedir la renuncia a un comisionado en caso de haber perdido sus derechos de ciudadano, estar sentenciado por algún delito doloso, desempeñar otro tipo de cargos públicos o privados e incurrir en actos de corrupción, de acuerdo con lo establecido por en el Artículo 9 de la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética.

El episodio generó polémica entre el sector empresarial. El Consejo Coordinador Empresarial pidió entonces no vulnerar la autonomía de los reguladores del sector energético.

“Por el bien de México, estas instituciones deben ser respetadas así como los nombramientos legales de sus líderes y equipos”, dijo Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, en un comunicado emitido el 16 de noviembre de 2018.

Pero la aversión del nuevo gobierno por los órganos con autonomía técnica, como el caso de la CRE se ha reflejado también en un recorte a sus ingresos.

De contar con 346.9 millones de pesos en 2018, para este año la CRE solo tiene un presupuesto de 248.2 millones, según información de los Presupuestos de Egresos de la Federación en ambos años.

Este recorte en el presupuesto obligó a un recorte de aproximadamente 380 personas de la entidad reguladora.

“Esto es uno de los elementos que generan riesgo e incertidumbres para el sector energético”, dice Smith, quien considera que el rumbo que se está tomando en materia de política energética en México va en contrasentido del resto del mundo.

El proceso de selección

Las ternas enviadas por el presidente López Obrador a San Lázaro contemplan a 12 candidatos, de los cuales solo cuatro llegarán a la CRE por periodos diferentes.

Para sustituir a Jesús Serrano Landeros, cuyo periodo concluyó el 31 de diciembre de 2018, los propuestos por el Ejecutivo son:

  •    Ángel Carrizales López – Ingeniero químico.
  •    Luis Linares Zapata – Licenciado en Negocios y economía aplicada.
  •    Paola Elizabeth Chávez – Ingeniera petrolera.

En sustitución de la comisionada Neus Peniche Sala, que fue electa por la CRE en 2017 para culminar su periodo en 2023, podrían llegar:

  •    Jorge Amaya Mendívil – Ingeniero industrial
  •    Norma Leticia Campos Aragón – licenciada en economía y maestra en estudios latinoamericanos por la UNAM
  •    Alfonso López Alvarado – ingeniero químico

Para la plaza que dejó vacante Marcelino Madrigal Martínez, cuyo encargo terminaría originalmente en 2020, los propuestos son:

  •    José Alberto Celestinos Isaacs – Ingeniero químico de la UNAM
  •    Mario José Silverio Galicia Yépez- ingeniero arquitecto por la escuela superior de ingeniería y arquitectura del IPN
  •    Raúl Morales Mitre, ingeniero químico por la Universidad Autónoma de SLP

Finalmente, para ocupar el puesto de la comisionada Cecilia Montserrat Ramiro Ximénez, que fue electa en 2014 por un periodo de cinco años, el cual concluiría este año:

  •    Guadalupe Escalante Benítez, ingeniera química industrial por el IPN
  •    Fernando Juárez Martínez- ingeniero químico por la Universidad autónoma de SLP
  •    Edmundo Sánchez Aguilar, ingeniero industrial por el ITESM

Por ley, solo el elegido de la terna para sustituir a Jesús Serrano Landeros estará en la CRE durante siete años, debido a que este comisionado dejó el cargo al final de su periodo establecido. Las otras solo reemplazarán a los comisionados que renunciaron por el periodo restante de su cargo.

El proceso legislativo para aprobar a uno de los candidatos de cada terna comienza con el envío de la propuesta del Ejecutivo al Congreso de la Unión.

Una vez ahí, el Pleno del Senado llamará a comparecer a cada uno de los candidatos y, posteriormente, debe avalar, por mayoría calificada – es decir, dos terceras partes – a uno de ellos. Este proceso no debe ser mayor a 30 días.

Si la Cámara Alta no resolviese en el plazo, el presidente de la República designará al Comisionado.

En caso de que los senadores rechacen una terna, el Ejecutivo deberá mandar una nueva. Si nuevamente fuera rechazada, el presidente tendría la capacidad de elegir al comisionado.