La legalización del uso de productos cannabicos -tanto medicinal como de recreación- , podría llegar hasta el 2024, pues actualmente no existe voluntad política o indicios para continuar con la discusión, además no se tiene contemplado un presupuesto para analizar sus beneficios e implicaciones para la sociedad. 

Hugo Álvarez, CEO de la startup mexicana especializada en el uso de cannabis medicinal Canncura, consideró que la discusión quedó ‘congelada’ en la Cámara de Senadores. Si bien, el tema inició desde 2017, no ha logrado un consenso para que sea una realidad la legalización de este producto. 

Pareciera que no hay voluntad política para que suceda, los ejercicios ya están hechos, hay estudios que se hicieron hace años (…) Pareciera que se utiliza como comodín político

aseguró Álvarez.

El tema de la regulación ha estado en discusión desde el 2017, sin embargo, recibió revés por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y no fue sino hasta el 2020 que se formuló la propuesta formal para la regulación, de la mano de la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

No obstante, en el 2021, el Senado de la República pausó las discusiones y al día de hoy, el debate se encuentra paralizado.

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Benéficos para la economía mexicana 

La comercialización también podría representar un beneficio para la economía en materia de consumo en diferentes industrias como las farmacéuticas y desde luego para las arcas del gobierno al poder cobrar un impuesto por el consumo de cannabis. 

Podría ser beneficioso dado que no solo se podría aplicar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sino también el IEPS, lo que significaría ingresos para las autoridades, tanto federales como estatales

 comentó el economista y académico del Tecnológico de Monterrey, Raymundo Tenorio.  

La regulación podría contribuir a erradicar el tráfico y venta ilegal, el cual no produce, de manera transparente y beneficiosa para el país, agregó. 

¿Suma puntos en la carrera política?

Álvarez explcó que el tema de la regulación de la cannabis podría estar sujeta a una tendencia electoral, pues los senadores y políticos en general “quieren que pase” la legalización, especialmente para hacer puntos extras en la carrera política.

“El tema cannabico es un tema que, quién lo apoye, se ve como ‘progresista’ para gran parte de los votantes”, dijo.

En marzo del 2021, se votó en la Cámara de Diputados la ley para la regulación, la cual registró 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones. La mayoría registró el sufragio de legisladores de Morena y el Partido del Trabajo (PT); mientras que legisladores de partidos como Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) votaron en contra.

Postaprobación

Álvarez comentó que de darse la aprobación aún habría mucho camino por recorrer, debido a que la implementación de la ley podría tardar hasta dos años, ya que faltaría establecer la regulación secundaria y evaluar los impactos en las leyes de importaciones y exportaciones.

Además, todos los estados de la república tendrían que adecuar sus leyes, por ejemplo, respecto al uso del suelo para la planeación, venta y/o distribución de los productos.

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En el pasado mes de agosto, el gobierno de México reglamentó la producción, investigación y uso medicinal del cannabis, despejando el camino para que firmas privadas participen en un mercado considerado por las empresas del ramo como uno de los más grandes del mundo.

La regulación incluyó la “fabricación de derivados farmacológicos y medicamentos, y médicos para la realización de diagnósticos, preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y cuidados paliativos”, de acuerdo con el Diario Oficial de la Federación (DOF).

En aquel momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador se mostró a favor de buscar nuevas formas de combatir el narcotráfico atacando las raíces sociales del fenómeno, como la pobreza.

De igual forma, Reuters explicó que si despenaliza completamente la marihuana, México podría convertirse en el mercado de cannabis más grande del mundo, lo que podría ayudar a contrarrestar la actividad de los cárteles de la droga pese a que la producción y tráfico ilegal de la planta ha descendido en los últimos años.

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