Durante 28 años, las relaciones diplomáticas entre México y Alemania estuvieron divididas por el Muro de Berlín, cuya caída significó el inicio de una relación económica y política que se fortalece con el paso de las décadas.

Entre 1961 y 1989, México mantuvo relaciones por separado con la República Democrática Alemana y la República Federal Alemana. A 30 años de la caída del Muro de Berlín, el país europeo se ha convertido en uno de los principales aliados internacionales para México.

“Alemania y México son muy buenos socios por varias razones, pero la principal es que el mercado mexicano es atractivo para los europeos, además de las ventajas geográficas que ofrece el país, al ser vecino de Estados Unidos”, dice Marion Röwekamp, titular de la Cátedra Humboldt en el Colegio de México (Colmex).

 

Caída del Muro de Berlín
(Foto: AFP)

 

En los últimos 25 años, México y Alemania han firmado al menos 10 acuerdos que continúan vigentes en temas que van desde la protección de derechos de autor, transportes aéreos, de cooperación cultural, científica y tecnológica, hasta la protección de inversiones y la cooperación para investigar la evasión fiscal.

Pero el vínculo más fuerte entre las dos naciones se estableció en el año 2000 con la firma del Tratado de Libre Comercio de México con la Unión Europea. Tal acuerdo triplicó el valor de la balanza comercial bilateral, aunque siempre con saldo negativo para México.

El déficit de la balanza comercial de México con Alemania pasó de 4,214 millones de dólares en 2000 a 7,263 millones en los primeros nueve meses de 2019.

Mientras que en el 2000, el valor de las exportaciones e importaciones ascendió a 7,302 millones de dólares (mdd), en 2018 esa cifra se elevó a los 24,833 mdd, es decir que creció 240%.

Entre enero y agosto de 2019 alcanzó los 16,195 mdd, con lo que se mantuvo como la cuarta alianza económica más importante para el país.

Los únicos países que superaron ese intercambio en los primeros ocho meses del año fueron Estados Unidos, con 385,369 mdd; China con 58,828 mdd, y Canadá, con 16,268 mdd, según las últimas cifras de la Secretaría de Economía.

En México están instaladas casi 2,000 empresas alemanas, de acuerdo con una encuesta de la Cámara Mexicano-Alemana de Comercio (Camexa), que además indica que 36% incrementará sus inversiones en el país durante este año.

Cadena de política

La construcción del Muro de Berlín en 1961 y su caída el 9 de noviembre de 1989 fueron dos de los momentos históricos más relevantes del siglo 20. Este muro dividió a la capital alemana en dos partes durante 28 años, separando a familias y amigos.

El muro significó el emblema máximo de la Guerra Fría, como se conoció a la disputa política, social, económica y tecnológica posterior a la Segunda Guerra Mundial en la que se confrontaba la ideología capitalista -encabezada por Estados Unidos- con la socialista -cuyo bastión era la Unión Soviética.

 

30 años de la caída del muro de Berlín
(Foto: AFP)

 

Durante ese periodo, México tuvo seis embajadores en la República Democrática Alemana, cuya sede diplomática estuvo en Berlín, y 10 en la ciudad de Colonia, capital de la República Federal de Alemania, según el Manual de organización de la embajada de México en Alemania de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Tras la caída del muro, la embajada única de México en Alemania quedó establecida en Berlín y desde entonces han existido ocho titulares mexicanos, incluido Rogelio Granguillhome Morfin, quien actualmente se encuentra en el cargo.

Al igual que los lazos económicos, la política entre los dos países se ha intensificado en las últimas décadas. Principalmente desde 2005, año en que Angela Merkel se convirtió en la canciller alemana por primer periodo.

En los dos sexenios pasados, la física alemana realizó tres visitas a México (2008, 2012 y 2017), mientras que los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto realizaron dos y tres visitas oficiales, respectivamente, a la Cancillería Federal, sede del gobierno alemán.

Antes de 1989, solo se tiene registro de dos visitas de “alto nivel” de Alemania a México y tres de México a Alemania.

Desde que que López Obrador llegó a la presidencia de México, el 1 de diciembre del año pasado, el gobierno alemán ha estado involucrado en algunas políticas implementadas por la actual administración federal.

A finales de mayo, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, anunció el apoyo de Alemania para el Plan Integral para México y Centroamérica, con el que el mandatario mexicano propone disminuir la migración del sur de México hacia Estados Unidos a través de inversión y desarrollo.

El gobierno alemán, además, aceptó colaborar con México en la búsqueda de los 63 mineros sepultados en Pasta de Conchos.

“El gobierno de AMLO no dejará que se ‘enfríe’ la relación con su principal amigo europeo. Por el contrario, se espera que con la nueva elección tras Merkel, los contactos se intensifiquen entre ambos países”, dice Röwekamp.