La Financiera para el Bienestar que pretende crear el presidente Andrés Manuel López Obrador es una respuesta al retraso en la construcción de sucursales del Banco de Bienestar (BanBien), lo cual despierta varias interrogantes, pero también ofrece la oportunidad de replantear su ambicioso proyecto de expansión.

El mandatario detalló en su conferencia matutina del 26 de mayo que la nueva entidad surgirá a partir de Telecomunicaciones de México (Telecomm), aprovechando las más de 1,700 sucursales que tiene a lo largo del país para otorgar ‘Créditos a la Palabra’ y ‘Tandas para el Bienestar’.

Usar la infraestructura existente de una entidad subutilizada es positivo en términos de inclusión financiera y permite la creación de economías de escala, además de ser menos costoso que la construcción de sucursales, uno de los cuestionamientos sobre BanBien.

De lo que se trata es de complementar al sistema financiero para que más gente tenga acceso, pero hay que hacerlo bien, no duplicando funciones (…) yo creo que se están dando cuenta de que construir tantas sucursales es un absurdo y ojalá tarde o temprano dejen de construirlas

dijo Jorge Sánchez Tello, director de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).

El planteamiento de López Obrador es que BanBien se concentre en dispersar recursos de programas sociales en una primera etapa, y que posteriormente se encargue de las remesas y dar los créditos.

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Sucursales, con rezago y sobrecosto

Después de convertir al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros en el BanBien, la institución firmó un convenio con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para construir 2,700 sucursales: 1,350 en 2020 y 1,350 en 2021.

Sin embargo, a marzo de este año la red de sucursales del banco suma apenas 911 unidades, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

No saben lo que cuesta poner las sucursales, no sólo es dinero. Las sucursales las está construyendo el Ejército, cinco millones de pesos la construcción, y llevan como 1,400 terminadas, vamos avanzando muy bien. Lo que cuesta es que se necesita la comunicación de internet y no hay

admitió el presidente en su conferencia.

La declaración del mandatario refleja la falta de planeación en el proyecto, algo que destacó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su revisión de la Cuenta Pública 2020, cuando encontró que por este factor se incurrió un sobrecosto de hasta dos millones de pesos, por unidad, en la construcción de 115 sucursales.

Interrogantes en el aire

El presidente no detalló en qué forma ocurrirá la transformación de Telecomm o cuándo planea concretarla, lo que deja varias interrogantes sobre la mesa.

Una posibilidad es que el organismo opere como una especie de corresponsal del Banco del Bienestar, algo que ya hace con algunas instituciones financieras, donde el responsable del otorgamiento de crédito y el resto de las operaciones seguiría siendo el banco de desarrollo.

Actualmente Telecomm permite a las personas realizar operaciones como depósitos a tarjetas de crédito y débito, retiro de efectivo, pagos de servicios e impuestos, cobro de remesas, e incluso lanzó su tarjeta de débito el pasado abril.

La otra alternativa es que la propia institución se encargue de la captación de ahorro o entrega de créditos, lo que podría requerir modificaciones para adecuarse a las disposiciones de autoridades como la CNBV para desempeñar sus nuevas actividades.

Créditos y morosidad

En cualquiera de los escenarios, el otorgamiento de créditos trae consigo el problema de la morosidad, un asunto que llevó al Banco del Bienestar a detener los préstamos en el pasado.

La institución cerró 2021 con un índice de morosidad (IMOR) de 35.46%, 16.78 puntos porcentuales más que el año previo y muy por encima del IMOR promedio de la banca de desarrollo, de 3.03%, según datos de la CNBV.

Lo que ha demostrado el Banco del Bienestar es que es malo para dar créditos, porque su clientela,  con ingresos precarios, carece de fuentes de repago y muchas veces hay una cultura de no pagar si el que te presta es el gobierno

comentó Enrique Díaz-Infante, director del Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

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Para el especialista, esto lleva a cuestionar si la vocación del banco debe centrarse en el segundo piso (fondear a intermediarios financieros para que los den a empresas) en lugar del primer piso (los créditos directos).