El Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) se encuentra en una pausa que servirá para reestructurar sus operaciones a futuro, pero estará operando de nuevo antes de que termine el año, aunque con una noticia no tan positiva: reducirá el porcentaje de presupuesto destinado a la generación distribuida.

Pese a que el fideicomiso no sufrirá recortes de presupuesto en términos reales, la razón se debe  al inesperado éxito del programa.

FIDE tiene como propósito el ahorro energético a partir de diversas tecnologías. Hay una gran demanda de equipos fotovoltaicos y para nosotros fue algo nuevo, dado que estos no son ahorro, específicamente

Arturo Sánchez Requena, subdirector de Programas, FIDE

Sanchez agrega que los desajustó el mercado al que estaban acostumbrados, por lo que tuvieron que bajar la intención de fotovoltaicos para equilibrarlo con el ahorro. “Por eso vamos a salir al mercado sin tanto apoyo a fotovoltaicos”.

Explicó también que el cambio de administración fue aprovechado para revisar el accionar del fideicomiso y los programas que emprende, lo que se sumó a la falta de asignación de recursos para poner una pausa momentánea en la operación de diversos programas, entre ellos el Eco-crédito para generación distribuida.

El FIDE fue creado en 1990 “para coadyuvar en las acciones de ahorro y uso eficiente de la energía eléctrica”. En 2014 se implemento a su cargo el Programa de Proyectos de Generación Distribuida Mediante Sistemas Fotovoltaicos en el Sector Empresarial, con el objetivo de facilitar a las pymes la migración energética. Éste cobró impulso el año siguiente, cuando se aprobaron subsidios por 10% del costo total de los equipos.

En 2018, el FIDE migró los financiamientos al programa Eco-Crédito Empresarial, el cual estuvo a cargo hasta su pausa.

Hoy se encuentra a la espera de que su propuesta de recursos sea aprobada, aunque han tenido acercamientos positivos con las autoridades, por lo que no esperan que el total de los fondos sea modificado con respecto al de años anteriores.

Entre 2013 y 2018, el fideicomiso reportó 1,999 proyectos fotovoltaicos financiados por un monto de 678.54 millones de pesos. Esto representa apenas un 7.2% de los 11,315 millones de pesos que fueron aportados a los proyectos del FIDE. Estos proyectos en promedio accedían a un subsidio del 14%, el cual Sánchez reveló será eliminado.

El FIDE también apoya a hogares, pero el efecto de las reducciones será menor: actualmente el subsidio es sólo del 10% (el cual operaba desde 2015). Además, los mecanismos crediticios del mercado ofrecen mejores intereses que a empresas. A 2018, el Fideicomiso había apoyado a 1,041 proyectos de este tipo.

Un experto del sector que prefirió no ser citado explicó a EL CEO que “el impacto negativo será grande”, ya que el monto financiado a 2018 representa el 2% de los contratos y el 3% de la capacidad instalada, por lo que estos cuatro meses de inactividad y los recortes futuros podrían aminorar el crecimiento de la generación solar.

Una muestra de las barreras en este mercado ha sido expuesta en el pasado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable en México (GIZ), una agencia internacional que pertenece al gobierno alemán.

Entre sus actividades más importantes se encuentra trabajar en conjunto con la Asociación de Bancos de México (ABM) con el objetivo de que la banca comercial desarrolle productos para atender la demanda de proyectos de pequeña escala. “Ya hay bancos que los tienen, pero el volumen del mercado es más grande que esta oferta”.

En algunas zonas de provincia, como Hidalgo y Puebla, empresas dedicadas a la instalación de paneles reportaron temor ante el impacto que ya están viendo en sus ventas y el posible impacto de la futura distribución de recursos, pues los financiamientos de FIDE representan entre 40 y 60% de sus ventas.

Sin embargo, la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex), que reúne a operadores, inversionistas, proveedores y desarrolladores de Centrales Solares Fotovoltaicas a gran escala y de generación eléctrica se mantiene optimista.

Apenas el 6 de agosto publicó un comunicado en el que se congratula por un crecimiento del 117% en el número de techos solares durante el primer semestre del año. Sin embargo, esta tendencia todavía acarrea los financiamientos que FIDE colocó durante el año pasado.

Además, el 75% del crecimiento reportado se concentra en hogares, lo que refleja las dificultades a las que se enfrenta una pequeña o mediana empresa que pretende acceder a la generación solar.

A pesar de esto, la Asolmex espera que para 2023 se llegue a 650,000 contratos de generación solar, un aumento de 550% con respecto a la cifra actual.