“El soldado es pueblo uniformado”. Bajo este calificativo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido a los militares que componen la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que se perfilan para jugar un papel central en su plan de gobierno.
Son dos los proyectos en los que el político tabasqueño se apoyará de las fuerzas armadas para su viabilidad. El primero es el de la Guardia Nacional, eje central de su plan de seguridad, y el segundo se refiere a las dos pistas de Santa Lucía, en el que los soldados se encargarán de su construcción.
El 25 de noviembre, aún como presidente electo, López Obrador tuvo un encuentro con más de 32,000 mandos y efectivos del ejército. Desde ahí en lo que fue su primer discurso hacia este sector, AMLO convocó a los presentes a unirse para conseguir la paz y la tranquilidad.
Estoy proponiendo esto porque le tengo confianza al ejército y a la marina. Porque -lo he dicho en las plazas y lo repito aquí- el soldado es pueblo uniformado
El viraje en la relación López Obrador y militares fue muy pronunciado. Previo a la elección del 1 de julio, el presidente de México había mantenido diferencias con los altos mandos militares.
El aparente vínculo ríspido había iniciado con el nombramiento del general de división Luis Cresencio Sandoval González como secretario de Defensa, ya que el nacido en Baja California no estaba entre la baraja de favoritos de su antecesor Salvador Cienfuegos para sucederlo.
El 2 de julio, un día después de tomar posesión, el primer evento de López Obrador fue la salutación en el campo militar de las fuerzas armadas, en donde nuevamente habló de la importancia del papel que deberán jugar y les recordó que la mayoría son hijos de obreros, comerciantes y campesinos.
“Tengo confianza también en las fuerzas armadas porque han actuado con responsabilidad y no se han mezclado, inmiscuido en negocios que se hacen a la sombra del poder. Los generales, los almirantes, no forman parte de la oligarquía, como suele pasar en otros países”, indicó.
Para el politólogo y experto en tema de seguridad pública, Arturo López Perdomo, lo que está buscando López Obrador con el papel del ejército es cambiar la imagen que tiene la institución ante la ciudadanía, ya que se dio cuenta que es muy complicado retirarlos de las calles por la violencia que existe en distintas regiones del país.
La mejor manera de retractarse un poco de sacarlos de calles es cambiar la imagen que tiene la institución ante la ciudadanía
Guardia Nacional y Santa Lucía, los ejes
Uno de los puntos más criticados de la gestión de AMLO fue la forma en que abordará el tema de la seguridad. En campaña, el mandatario criticó la estrategia de militarización que inició con Felipe Calderón y continuó con Enrique Peña Nieto.
Acompañado de Alfonso Durazo, secretario de Seguridad, López Obrador explicó la creación de una Guardia Nacional, la cual estará conformada por soldados, marinos y policías, pero que contará con una preparación y entrenamiento militar.
El plan necesita una modificación constitucional con la finalidad de que tenga un sustento normativo, por lo que la discusión se trasladó al poder legislativo, donde con su mayoría, Morena trató de darle trámite rápido, aunque organizaciones de la sociedad civil y algunos legisladores de oposición e incluso al interior del partido oficial, como la diputada Tatiana Clouthier, criticaron el proyecto.
La preparación de los nuevos elementos de la guardia correrá a cargo de las fuerzas armadas, aunque en la iniciativa se especifica: “si bien la Guardia Nacional nace como una institución adscrita al mando castrense, es importante destacar que los planes, programas y acciones que darán sustento al despliegue de sus tareas correrá a cargo de la autoridad civil”.
Mientras que sobre el tema de la base militar de Santa Lucía, el pasado 20 de diciembre, López Obrador anunció que la construcción de las pistas de esa terminal -parte del plan con el que pretende solucionar la saturación aérea- correrán a cargo del Ejército.
Sin dar más detalles, en una de las conferencias matutinas el presidente de México dijo: “estamos confiando al ejército la construcción de las pistas, de la terminal, de todo. Hoy voy a ver el proyecto de construcción que ya está prácticamente terminado”.
La confianza en el ejército
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el ejército se mantiene como la segunda institución de seguridad en la que tienen más confianza los ciudadanos, sólo detrás de la Secretaría de Marina, así lo demuestra una revisión de los últimos años.