El Senado de la República dará a conocer este jueves los nombres de los aspirantes registrados para presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con lo que avanzará el proceso para designar al sucesor de Luis Raúl González Pérez.

González Pérez, actual presidente del organismo autónomo, descartó reelegirse para el cargo el viernes pasado porque cree que las instituciones “deben trascender a las personas”.

He decidido que no buscaré ni aceptaré la reelección si alguien lo propone al Senado. Lo hago con plena consciencia y responsabilidad, confiado en que mi ausencia en este proceso de elección abra la puerta al diálogo, a la reflexión que permita garantizar la autonomía e independencia de la CNDH, para que pueda seguir cumpliendo sus funciones

, Luis Raúl González Pérez, en conferencia de prensa.

La Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos contempla la posibilidad de que el actual titular, que llegó al cargo en 2014, sea ratificado en el cargo para un segundo periodo de cinco años.

La CNDH se ha pronunciado en contra de varias decisiones del gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, lo que le ha generado críticas repetidas en Palacio Nacional.

Entre los casos más notorios se encuentran la recomendación que hizo el órgano autónomo contra la desaparición de las estancias infantiles y contra la reducción al salario de los servidores públicos.

Al respecto, González Pérez criticó el viernes la “desautorización moral dictada por el Ejecutivo hacia la CNDH” y aseguró que el organismo que encabeza no va contra los fines del Estado, pero que debe ser incómoda al poder en miras de preservar los derechos humanos.

Sin embargo, hay una gran posibilidad que el sucesor de González Pérez sea más cercano al gobierno, debido a que tiene que contar con la aprobación de dos terceras partes del Senado de la República, dominado por Morena, el partido de López Obrador.

Quien resulte ganador “va a ser una persona afín a las posiciones del presidente, en buena medida porque el Ejecutivo ha mostrado poca confianza con las organizaciones de la sociedad civil, muchas de ellas defensoras de los derechos humanos, porque una posición crítica sería dañina a su imagen”, considera Gustavo López Montiel, politólogo del Tecnológico de Monterrey.

El próximo presidente de la CNDH se anunciará a más tardar el 31 de octubre y estará en el cargo por cinco años, del 16 de noviembre de 2019 al 15 de noviembre de 2024.

¿Cómo se elegirá al nuevo presidente?

Las comisiones de Derechos Humanos y de Justicia en el Senado publicaron el 3 de octubre la convocatoria para los aspirantes a presidir la CNDH.

Organizaciones de la sociedad civil saludaron el documento por considerar que tiene las normas de selección y de transparencia necesarias, al tiempo que bloquea a quienes no cumplen con los requisitos indispensables para asumir el cargo.

“El perfil que requiere el proceso es alguien que demuestre que tiene conocimiento en el tema y trabajo en derechos humanos, que tenga un trabajo cercano con víctimas y sociedad civil, así como una lectura adecuada del contexto que tenemos”, dice Itzel Checa, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Designaciones Públicas.

Para Checa, es importante que el próximo presidente de la CNDH goce de independencia, tanto del Ejecutivo como de otros grupos de poder, con capacidad de pronunciarse con fuerza cuando estos se extralimiten.

Sin embargo, acepta que aunque el tono de los legisladores que presentaron la convocatoria es bueno, falta que se cumpla en el proceso.

El reto es que todo lo que quedó establecido en la convocatoria se cumpla a cabalidad

, Itzel Checa, coordinadora del Observatorio Ciudadano de Designaciones Públicas.

Entre los requisitos para convertirse en presidente de la CNDH se encuentran: ser mexicano por nacimiento, tener más de 35 años de edad el día de la elección, contar con experiencia en materia de derechos humanos, no haber dirigido ningún partido político o un órgano de procuración de justicia desde un año previo a la designación, ni estar condenado por robo, fraude, falsificación, abuso de confianza “u otro que lastime seriamente la buena fama en el concepto público”.

Las comisiones de Derechos Humanos y Justicia del Senado deberán seleccionar a los candidatos que pasarán a entrevista, luego de que se registrasen la semana pasada en una plataforma, y anunciarlos el jueves.

Un día después, se realizará una auscultación entre organizaciones sociales, organismos públicos y privados.

En ella, las organizaciones de la sociedad civil intentarán impulsar una lista con criterios objetivos con los cuales se puedan medir las capacidades de los postulantes, que serán vinculantes a lo largo de todo el proceso de selección.

“Queremos que (los legisladores) tomen en cuenta una propuesta que está basada en la ley y en los Principios de París, así como en informes de defensores de derechos humanos, que identifiquen un perfil de independencia y trabajo con organizaciones de base y víctimas”, dice Cruz Silva, coordinadora del área de Estado de Derecho de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho.

Para la especialista, la existencia de criterios vinculantes en la convocatoria permitirá reducir las decisiones arbitrarias, aunque alerta sobre la necesidad de ampliar las posibilidades de participación de la sociedad civil y la ciudadanía en general.

Aunque habrá una audiencia, no basta con que se puedan presentar preguntas; Tiene que haber la facultad para que las organizaciones y cualquier persona pueda presentar cuestionamientos a la trayectoria de los candidatos y que el Senado pueda responder por qué los rechazan o los aceptan

, considera Silva. 

A partir del próximo lunes, se comenzará un proceso de entrevistas con los candidatos seleccionados, de los cuales saldrá una terna con los mejores perfiles. El candidato ganador será quien reciba dos terceras partes de los votos del Pleno del Senado.