Los cambios implementados por la administración de Andrés Manuel López Obrador han afectado a los hoteleros durante el primer trimestre del año y, de seguir así, impactarán también la ocupación en el periodo vacacional de Semana Santa, de acuerdo con analistas.

“En el primer trimestre del año, al menos las compañías listadas (en Bolsa) sí van a tener una afectación en niveles de ocupación e incluso en tarifas”, estima el analista Pablo Duarte, de Actinver.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo, entre enero y febrero de este año se registró una caída de 2.4% en la ocupación hotelera nacional promedio. Entre los factores se encuentra la cancelación del Consejo de Promoción Turística de México, que ha generado fuertes críticas de parte de la industria, y el desabasto de combustibles, derivado del cierre de ductos por la estrategia contra el robo de gasolina.

“Los primeros meses del año hemos visto que muchos viajeros que posponen viajes urbanos por la incertidumbre de la economía local”, dijo Duarte.

Esta tendencia pone en aprietos al sector hotelero que tendría que hacer modificaciones en sus tarifas para impulsar la demanda, en caso de que esta no se eleve en los próximos meses, agrega Rafael Camacho, analista de Ve Por Más.

“Si las compañías están viendo que no hay la suficiente demanda, seguramente pondrán un descuento en la tarifa para poder cubrir esos huecos y también tendrán costos descontados por el tema de la temporalidad”, explica.

Por el contrario, José Gámez, integrante del Comité de mercadotecnia de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Mazatlán (AHyET), estima que no habrá grandes afectaciones en Semana Santa, pues “mayormente quienes vacacionamos en este periodo somos nosotros mismos, los habitantes de nuestro bello país. La afectación que se dará es con el arribo de visitantes internacionales, ya que ahí es donde se está descuidando más”.

Gámez considera que la falta de recursos y de estrategia para la promoción turística internacional tendrá repercusiones en dos o tres años, pues “santo que no es visto, no es adorado”.

“No existe una estrategia definida como tal para la promoción. Eso es lo peligroso” explica.

Semana Santa, ¿salvavidas o paréntesis?

A pesar de que en los primeros meses del año se registró una caída en la ocupación hotelera, Camacho considera que la tendencia puede detenerse en esta temporada vacacional.

“Semana Santa ya está presupuestado tanto para el consumidor como para las compañías”, por lo que es difícil que tenga una baja de actividad turística muy marcada.

La Secretaría de Turismo estima que en este periodo vacacional los hoteles recibirán a 1.4 millones de turistas y se tendrá una ocupación hotelera promedio de 68.5%, el nivel más alto desde que se tiene registro.

Esperamos muy buenos números para la temporada de Semana Santa, sobre todo impulsado por el turismo nacional”, dijo la semana pasada el subsecretario de Turismo de la Sectur, Humberto Hernández.

Sin embargo, la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) es más moderada en sus estimaciones.

De acuerdo con la agrupación, a escala nacional el porcentaje de ocupación de cuartos de hotel será cercana a 65% durante la Semana Mayor y a 60% la semana de Pascua. Para destinos de playa y sol, se estima una ocupación de entre 85% y 90%.

La derrama económica estimada de la AMHM para estas dos semanas es de 6,000 millones de pesos.

Impacto en Pueblos Mágicos

Se prevé que para estas vacaciones, siete de cada 10 turistas en el país opten por un destino de ciudad, dentro de los que se encuentran los Pueblos Mágicos.

Alcaldes de los 121 Pueblos Mágicos se pronunciaron en el XVII Foro Nacional de Turismo para que regresen los recursos destinados a estos sitios, que tradicionalmente alcanzan una ocupación de hasta 90% en Semana Santa.

En diciembre pasado, el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 eliminó los programas de Desarrollo Regional Turístico Sustentable y Pueblos Mágicos, a cargo de la Secretaría de Turismo. Como resultado, ahora los recursos federales se dejaron de entregar y los municipios en los que se enclavan cada uno de estos destinos tuvo que asumir su mantenimiento.

Sin embargo, esta cantidad no ha sido suficiente para atender las demandas de las localidades. En varias de ellas actualmente existen propuestas de acciones conjuntas con la iniciativa privada, que no se han hecho oficiales pero podrían paliar la falta de recurso federal, informaron fuentes de Querétaro, Aguascalientes y Sinaloa que pidieron no ser nombradas.

Al ser consultadas, las secretarías de Turismo de Querétaro, Morelos y Puebla, así como los ayuntamientos de diversos Pueblos Mágicos, coincidieron en que de momento no contemplan una caída en sus visitantes ni en la derrama económica derivada del turismo.