El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este miércoles que se analiza “si se puede cancelar” un contrato de suministro de etano entre Pemex y un consorcio liderado por Braskem, filial de Odebrecht, que le ha hecho perder millones de dólares a la empresa productiva del Estado.
Debido a la falta del gas, Pemex se ha visto en la necesidad de importarlo para cumplir con el contrato que tiene con Braskem y Grupo Idesa, lo que le ha generado un costo de oportunidad de 100 millones de dólares anuales desde 2016, según cálculos de Reuters basados en cifras oficiales.
Se está revisando si se puede cancelar el contrato, si legalmente es posible hacerlo, porque tenemos que actuar con legalidad. Hay una investigación sobre este tema,
indicó López Obrador en su conferencia.
En el pasado, Braskem, que tiene la mayoría accionaria del consorcio que opera el complejo petroquímico Etileno XXI, ha dicho que no renegociará con Pemex el contrato a 20 años de abastecimiento de etano.
Tras las declaraciones del mandatario, el responsable de comunicación de Braskem-Idesa, Armando Vera, dijo que el consorcio “continúa en un diálogo constructivo con Pemex para solucionar el desabastecimiento de etano”.
El complejo petroquímico Etileno XXI, ubicado en Veracruz, inició actividades en 2015 tras una inversión de 5,200 millones de dólares.
De cancelar el contrato, Pemex deberá comprarle al consorcio el complejo Etileno XXI, valuado actualmente en unos 1,200 millones de dólares, además de pagarle otros gastos, según un anexo del contrato visto por Reuters.
El valor de la planta va depreciándose hasta la finalización del acuerdo en 2034.
Antes de que Etileno XXI entrara en operación, Pemex tenía un exceso de etano, pero en los últimos años, luego de un declive sostenido en la producción de hidrocarburos, sus 88,000 barriles por día de etano son insuficientes para alimentar sus complejos Morelos y Cangrejera con 66,900 barriles diarios y, además, cumplir con entregarle 66,000 barriles a Braskem-Idesa.