El Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) ha disminuido el tamaño de su operación desde la toma de posesión de la actual administración, y actualmente se encuentra a espera de la aprobación del Congreso para transformarse en Banco del Bienestar, lo que le otorgaría nuevas adjudicaciones y una nueva partida presupuestaria.

Fuentes al interior de Bansefi explicaron que muchas actividades se encuentran detenidas, y que los apoyos que todavía están a su cargo están fluyendo de forma muy lenta “en el mejor de los casos”. Algunos programas, como el apoyo a adultos mayores y a personas de escasos recursos se encuentran a la espera de nuevos padrones y no queda claro si continuarán operando o serán sustituidos por nuevas figuras.

Analistas que prefirieron no ser citados consideraron que las fallas en la distribución de los apoyos a los damnificados por el sismo de 2017 demostraron que Bansefi no tiene la capacidad operativa para manejar todos los programas sociales promovidos por esta administración. Esta situación se vuelve aún más compleja si se toma en cuenta que las políticas de austeridad han reducido la plantilla laboral del banco.


La fuente de Bansefi reveló también que los recursos necesarios para ciertos programas no han sido traspasados, esto como consecuencia de una lenta operación de Secretaría del Bienestar y Hacienda, quienes tendrían que asignarlos en conjunto.

Trabajadores de la Secretaría del Bienestar admitieron que actualmente la comunicación con Bansefi es prácticamente inexistente, pues los programas que ya se han aprobado se están distribuyendo a través de bancos privados nacionales, como Banco Azteca y Banorte.

El uso de estas instituciones en los programas fue criticado por autoridades como la Comisión Federal de Competencia Económica, pero esta denuncia no trajo consecuencias. Incluso, es posible que el Banco del Bienestar esté planeando una cooperación a largo plazo con ambos bancos, pues la meta de contar con 7 mil puntos de atención luce lejana si no se utilizan como corresponsales bancarios las casi 3 mil sucursales que suman entre ambos.

Aunque ya se han anunciado al menos 500 millones de pesos para el nuevo banco, la falta de un presupuesto aprobado afecta también la capacidad de alcanzar estos 7 mil puntos de atención, sobre todo porque el proyecto incluye la construcción de 200 nuevas sucursales, las cuales han sido criticadas como una mala inversión.

La incertidumbre terminará cuando el Congreso de la Unión apruebe los lineamientos de operación del Banco del Bienestar, situación que ocurrirá, por muy pronto, a finales de este año. De hecho, Rabindranath Salazar, director de Bansefi, dijo en entrevista con El Universal que la operación al 100% del Banco del Bienestar ocurrirá hasta el próximo año.