El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer que el Banco del Bienestar presenta un rezago del 55% de la meta de construcción de sucursales, además de que se ha rendido poca transparencia en las compras públicas y una planeación deficiente en el uso de recursos.

En la práctica, Banco del Bienestar se ha caracterizado por un plan de expansión demasiado ambicioso: aunque en 2021 no se cumplió la meta de 2,700 sucursales, para 2023 se pretende construir 2,744 sucursales a lo largo y ancho del país.

Mediante un análisis, el IMCO determinó que la institución bancaria sujeta un rezago en la construcción, ya que entre documentos oficiales y declaraciones, la meta de sucursales a construir ha variado de 7,000 en 2021 a 2,700, y 2,744 para 2023. 

Además, 55% de las sucursales se encuentran en ejecución o sin construir, ya que, de acuerdo con la meta planteada, la Sedena debía construir 2,700 sucursales para finales de 2021. Sin embargo, a febrero de 2022 únicamente han sido construidas 1,212 sucursales.

Por tanto, el nivel de rezago es dispar en el país, siendo Jalisco el estado con mayor porcentaje de rezago en la construcción con el 80%; le sucede Quintana Roo con el 79%; Guerrero 78% y Nayarit 70%; mientras que en Baja California Sur (0%), Sinaloa (22%), Zacatecas (22%) y Durango (26%) se han construido todas o la mayoría de las sucursales proyectadas.

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Proyecto prioritario del gobierno

El Banco de Bienestar es un proyecto prioritario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) que busca promover el acceso de la población vulnerable a servicios financieros, facilitar la dispersión de apoyos económicos del gobierno, y asegurar el acceso de la población mexicana a las remesas. 

En vista de que es uno de los proyectos emblema de la actual administración, el Banco del Bienestar favoreció la adjudicación directa en 2021: 9 de cada 10 pesos fueron adjudicados sin competencia.

Además, el Banco y la Sedena han cancelado contratos para la operación de transacciones bancarias y cajeros automáticos, lo cual ha generado costos adicionales, reflejando una administración deficiente de los recursos.

Desde su creación, el Banco ha sido objeto de cuestionamientos sobre la construcción y los criterios de ubicación de las nuevas sucursales, así como la falta de transparencia en los contratos. 

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