La elevada morosidad que enfrenta el Banco del Bienestar (BanBien) podría obligar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a emplear mecanismos de saneamiento de la cartera vencida.

De hecho, se podría generar una especie de mini Fobaproa, donde el gobierno termine ‘rescatando’ a una empresa que se quedó sin liquidez y que debe enfrentar el alza de tasas de Banco de México (Banxico) y la alta inflación que complica el poder de pago de las personas, coincidieron especialistas.

Si no se toman las medidas ni los criterios necesarios con estos créditos que se están otorgando a la palabra en este gobierno para evitar que la cartera morosa crezca, vamos a terminar con un mini-Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) en este nuevo banco

explicó Verónica Zepeda Vargas, catedrática del Colegio de Economía en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).

El Índice de Morosidad (IMOR) de la institución se encuentra en 35.46% al cierre de 2021, que son 16.79 puntos porcentuales más que el año previo y muy por encima del 3.03% promedio de la banca de desarrollo, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Leticia Armenta, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, coincidió en que el panorama que enfrenta el banco llevaría al presidente López Obrador a recurrir a una medida similar a la empleada por el gobierno priista para hacer pública la deuda de los bancos tras la crisis de 1994, de la cual fue uno de los principales detractores.

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Rescate, con impacto al erario

Entre las acciones que podría implementar la actual administración está comprar la cartera de crédito y hacer aportaciones a capital para liquidar los adeudos, un movimiento que repercutirá en las finanzas públicas.

 Este banco tiene como garante al gobierno federal, si fuese un banco comercial estaría en las llamadas más importantes de las autoridades, habría una supervisión intensa y estarían interviniendo porque es un nivel de cartera vencida muy elevado, es grave que haya sucedido eso y lamentable que una iniciativa a favor de quien menos tienen fracase por falta de pericia

apuntó Armenta.

Problemas de pago

El presidente anunció recientemente un proyecto para convertir a Telecomunicaciones de México (Telecomm) en la Financiera para el Bienestar, que otorgará los “Créditos a la Palabra” y las “Tandas para el Bienestar” como un complemento al Banco del Bienestar, donde los nuevos préstamos está detenidos desde hace meses ante la situación de cartera vencida.

Ambos programas enfrentan problemas de impago, por lo que el mandatario llamó a los beneficiarios para ponerse al corriente con los apoyos otorgados a raíz de la crisis por la pandemia de COVID-19.

No dejen de abonar porque es un crédito que se entregó de manera amplia durante la pandemia para apoyar a muy pequeños comerciantes y a la gente que tenía su pequeño negocio

dijo el mandatario en su conferencia de prensa del 30 de mayo.

Las especialistas explicaron este problema de impago se debe a la situación de emergencia económica y sanitaria en que se entregaron, pero también por una falla para elegir a los destinatarios del crédito.

Datos del Tercer Informe de Gobierno muestran que entre marzo de 2019 y el 31 de mayo de 2021, se entregaron 847,114 apoyos bajo el programa de Microcréditos para el Bienestar.

Para evitar que se agudice o replique el problema de impago, el gobierno tendría que revisar a quién entrega apoyos, con criterios como verificar que quienes los reciban no sean deudores del gobierno, no tengan impagos y cumplan con sus obligaciones fiscales.

Tropiezos en BanBien

La cartera de crédito del Banco del Bienestar se suma a la lista de problemas con los que ha tropezado desde su concepción.

En casi tres años, la institución ha cambiado de titulares en medio de cuestionamientos por licitaciones de cajeros automáticos y servicios de procesamiento de transacciones.

Por la dirección general han pasado Rabindranath Salazar, Diana Álvarez Maury y actualmente, Víctor Manuel Lamoyi Bocanegra. 

La construcción de sucursales y otros contratos otorgados para adquisición de mobiliario y equipo de administración tuvieron anomalías registradas por la Auditoría Superior de la Federación.