El próximo 2 de junio se llevarán a cabo las elecciones en México, las cuales serán las más grandes de la historia del país, según el Instituto Nacional Electoral (INE). En ellas, los mexicanos elegirán al próximo presidente o presidenta, así como 500 cargos en la Cámara de Diputados y 128 escaños en el Senado.
La Presidencia será disputada por tres candidatos, dos de ellas mujeres. Claudia Sheinbaum con la alianza Sigamos Haciendo Historia; Xóchitl Gálvez va con la coalición Fuerza y Corazón por México; y Jorge Álvarez Máynez por el partido Movimiento Ciudadano.
Bajo este panorama, los analistas de BBVA, UBS y Julius Bär esperan una continuidad política, proyectando que Claudia Sheinbaum se convertirá en la primera presidenta de México, pero reconocen que Xóchitl Gálvez podría dar una sorpresa, dado que si los votantes de la oposición a la actual administración salen a emitir su voto, la carrera podría ser más reñida.
Es cierto que recientemente hemos visto sorpresas en la región donde las encuestas han demostrado ser erróneas, como lo demuestra la victoria de (Javier) Milei en Argentina e incluso en México hemos tenido sorpresas en el pasado cuando AMLO (Andrés Manuel López Obrador) ganó por un margen del 53% frente al 49% previsto
se lee en el análisis de UBS
Aunque de acuerdo con las encuestas se espera que gane la abanderada de Morena, en el “improbable caso” de una victoria de Xóchitl Gálvez, existe la incertidumbre sobre si habría una impugnación de resultados debido a los antecedentes del presidente López Obrador.
El futuro de Pemex tras las elecciones
La agenda política de Claudia Sheinbaum representa continuidad con las políticas de AMLO, por lo que se espera un apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex), enfatizando la soberanía energética, aunque con un giro dado que plantea un enfoque en energías renovables.
Mientras que ambas candidatas coinciden en la importancia del cambio hacia energías limpias, se espera que Sheinbaum tenga un plan de refinación, aunque esto generará mayores pérdidas y flujo de caja libre negativo, según Julius Bär.
Por su parte, Xóchitl Gálvez quiere permitir la participación del sector privado para ayudar a Pemex a alejarse de las operaciones no rentables y “guiarla hacia tecnologías energéticas modernas y sostenibles”.
Las necesidades financieras de Pemex seguirán aumentando y se espera que sus métricas crediticias se debiliten aún más en 2024, lo que hace imperativa la necesidad de un cambio en la estrategia de la compañía
se lee en el documento.
Por su parte, los tres candidatos a la Presidencia, han señalado que en lo referente a la seguridad, seguirán apoyándose de la Guardia Nacional, por lo que plantean extender esta fuerza para reducir la criminalidad en México.
Consolidación fiscal, clave para la próxima administración
En la actual administración, varios sectores han experimentado cambios en la forma en que el gobierno interviene en ellos, ya que éste intenta aumentar su influencia en la economía ampliando el alcance para establecer las reglas en cada sector. Los sectores que no han experimentado cambios podrían ser el objetivo de la próxima, según BBVA.
Mientras que la proximidad de México con Estados Unidos podría generar más volatilidad para los activos mexicanos en el periodo previo a las elecciones presidenciales en la Unión Americana, especialmente si se implementan cambios en las políticas comerciales y de inmigración.
Además la consolidación fiscal será un desafío clave para la próxima administración y de no ser abordado podría poner en peligro la calificación de grado de inversión de la nación. Por ello una mayor consolidación fiscal, sería beneficiosa para los activos mexicanos a largo plazo.
Los riesgos fiscales están aumentando y, si no se abordan, seguramente pondrán bajo presión la calificación de grado de inversión (…) Es probable que veamos algunas presiones en el corto plazo después de las elecciones a medida que la nueva administración busque implementar su agenda política
dijo Julius Bär.
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