Este miércoles se cumplen nueve años de que Mexicana de Aviación cerró sus operaciones y los extrabajadores de la compañía esperan que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador los ayude a cobrar las liquidaciones que se les adeudan desde entonces.

El representante sindical de Mexicana informa que están en pláticas con la administración federal para lograr la venta de las unidades de negocio de Mexicana, con lo que se cubriría una parte de la deuda de 4,300 millones de pesos (mdp) que mantiene la antigua administración de la compañía con los 7,000 exempleados desde el 2010.

Además, espera que se faciliten las acciones legales contra Gastón Azcárraga, expresidente del Consejo de administración de la aerolínea para que se haga cargo del resto de la deuda, dice Rafael Suárez Rivero, presidente de la delegación de Mexicana en la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA).

“Estamos en un proyecto con el subsecretario de Transportes, Carlos Morán Moguel, para tratar de hacer un plan de negocio el cual nos permita vender todas estas unidades y que con eso se cubran cerca del 50% de las liquidaciones”, dice Suárez Rivero a EL CEO.

Gastón Azcárraga Andrade, heredero del consorcio hotelero Grupo Posadas y primo de Emilio Azcárraga Jean, presidente del Consejo de Administración de Televisa, está prófugo desde 2014, cuando la justicia mexicana emitió una orden de aprehensión en su contra por lavado de dinero, producto de los malos manejos en la venta de Mexicana.

La debacle de la aerolínea más antigua

Mexicana de Aviación nació en 1921 como una aerolínea de capital extranjero dedicada al transporte de correos y pasajeros. Fue la primera que se fundó a nivel nacional y la cuarta en el mundo, después de la colombiana Avianca y la holandesa KLM y Quantas de Australia.

Durante los 89 años que permaneció en servicio, su principal centro de fue el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y sus bases secundarias fueron el Aeropuerto Internacional de Cancún y el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.

En sus primeras décadas de vida formó parte del consorcio internacional Pan Am, hasta que a mediados de la década de 1960 un grupo de inversionistas nacionales lograron que todo el capital de la firma fuera mexicano.

Grupo Posadas compró la aerolínea en 2005, en una transacción de 165 millones de dólares (mdd) y desde entonces, Azcárraga Andrade se dedicó a desmantelarla hasta hacerla desaparecer, denuncia la ASPA.

“Grupo Posadas buscó quebrar a Mexicana para abrir una nueva aerolínea alejada del sindicato (ASPA), pero utilizando la infraestructura que ya tenía la aerolínea. Sin embargo, en ese entonces las autoridades internacionales degradan la calificación aeronáutica de México, por lo que ninguna nueva aerolínea puede viajar a Estados Unidos, así que deciden desmantelar a Mexicana”, explica Suárez Rivero.

Punto de ‘no retorno’

Mexicana dejó de operar el 28 de agosto de 2010 y desde entonces, los extrabajadores han denunciado el adeudo de las liquidaciones, así como los malos manejos de la última administración de la aerolínea.

El 19 de febrero de 2014 la entonces Procuraduría General de la República (PGR) giró una orden de aprehensión en contra de Gastón Azcárraga Andrade por operaciones con recursos de procedencia ilícita y desde entonces se le considera prófugo de la justicia.

Hasta ahora, el empresario ha recurrido a varios amparos para evitar que la justicia mexicana emita una orden internacional de captura y así evitar su extradición, pero eso se puede revertir en este sexenio, adelanta la ASPA.

Entre 2014 y 2019, los extrabajadores de Mexicana pidieron sin éxito a la PGR -hoy Fiscalía General de la República (FGR)-, a través de su representante legal, que emitiera una ficha roja de la Interpol para detener al exdirectivo de Grupo Posadas.

Actualmente ven una mayor posibilidad de que comparezca ante la justicia mexicana Azcárraga Andrade, quien según reportes periodísticos publicados en el último año radica en Estados Unidos. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, se acercaron a la exprocuradora, Arely Gómez.

“Nuestra percepción es que el conflicto está en su fase final, en un punto de ‘no retorno’, en donde el gobierno tiene que tener una percepción de lo que estamos viendo, para que gracias a la ayuda de ellos llegue una conciliación para poder liquidar de alguna forma a los trabajadores”, concluye Suárez Rivero.

López Obrador abrió la posibilidad de que su gobierno adquiera en un futuro a Mexicana de Aviación, tras el cuestionamiento de un periodista durante la conferencia matutina del 24 de agosto.

“Habría que ver si tenemos fondos, si es viable, porque nosotros somos representantes de los ciudadanos y tenemos que cuidar el presupuesto. Tiene que analizarse de que haya justicia pero también el costo-beneficio”, dijo el mandatario.