En los últimos años se ha acelerado la revolución del sector fintech en todo el mundo, transformando la manera en la que personas, empresas y gobiernos se relacionan con los servicios financieros. México no ha sido la excepción. Este año, además, el COVID-19 ha impactado particularmente en las aplicaciones enfocadas en la industria del comercio.
A nivel global, existen 66 unicornios fintech valuados de manera agregada en aproximadamente 250,000 millones de dólares, según CBInsights. Brasil contribuye a esta lista con tres de ellos (Nubank, Ebanx, Quintoandar). En México hay un total de 249 fintech, las cuales han levantado 1.3 mil millones de dólares en los últimos años, de acuerdo con Korefusion.
¿Cómo se relaciona este panorama de inversión favorable para las fintech con el sector comercio? El término ‘embedded fintech’ se refiere a la propuesta de valor para empresas no financieras que mejoran o transforman sus procesos, productos o servicios o modelos de negocio a través de la asociación de productos financieros.
El sector comercio, al igual que el sector financiero, ha experimentado una alta digitalización en los últimos tiempos. La pandemia ha acelerado dicha transformación digital; por ejemplo, las ventas de Ocado (supermercado en línea en el Reino Unido) en estos últimos meses se han incrementado más de 42%. Este cambio demuestra algunos elementos financieros utilizados por el sector:
Comercio físico. A pesar del distanciamiento social, persiste la necesidad de acudir a comercios físicos para comprar. Además de los protocolos de higiene impuestos bajo las guías de las autoridades gubernamentales, muchos establecimientos en México están implementando y favoreciendo medios de pago sin contacto.
Recientemente el Banco de México implementó un medio de pago sin contacto a través de código QR (Quick Response), tecnología desarrollada en Japón a mediados de los años 90, la cual se volvió popular para pagos móviles, especialmente en China. Hoy el sistema bancario tradicional y las fintech utilizan esta tecnología, aunque también existen otros medios de pago en el mercado: con tecnología NFC (Near Field Communication), biométricos y ultrasonido.
Habilitador de fintech. Los negocios tradicionales, especialmente las tiendas de conveniencia o tiendas de barrio, se están digitalizando financieramente con puntos de venta que las habilitan para recibir otros medios de pago y para realizar cualquier otro tipo de transacciones, como pago de servicios (ej. agua, luz, teléfono, etc.), depósitos y retiros de cuentas de bancos e incluso pago de remesas.
Además, a través de las fintech o de bancos tradicionales los comercios tradicionales pueden abrir cuentas de depósitos a los clientes. Una de las opciones recientes es la posibilidad de adquirir un microseguro de gastos médicos en una tienda de conveniencia.
Comercio electrónico. Debido a las restricciones de movilidad actuales, se ha incrementado el consumo en línea. Muchas startups están aprovechando esta situación para acelerar su crecimiento, como es el caso de las empresas que operan en México como Chiper, Frubana, Justo, Merqueo y Quqo.
Estas aplicaciones requieren procesamiento de pagos en plataformas digitales, por lo cual se conectan con soluciones fintech para tener esa capacidad. Así, el crecimiento de aplicaciones digitales tendrá un efecto positivo sobre las tecnofinanzas.
Préstamos en e-commerce. El aumento de transacciones en el comercio electrónico ha abierto la puerta al financiamiento en línea. Existen aplicaciones que ofrecen un préstamo al momento de realizar el pago en línea. Estas aplicaciones utilizan la tecnología para determinar patrones de consumo y realizar un análisis de riesgo crediticio al instante y determinar un potencial financiamiento. En Estados Unidos, empresas como PayPal o Sezzle proporcionan este financiamiento.
Sin duda, las fintech están habilitando a todos los jugadores de comercio tradicionales o en línea para volverse parte relevante del ecosistema financiero. En este sentido, es importante introducir y mejorar la oferta de productos financieros para expandir tu mercado en usuarios y segmentos.
El objetivo es incrementar el flujo de usuarios físicos o en línea para, en consecuencia, aumentar la venta de productos y servicios, así como tener un ingreso adicional por los productos financieros. Además, crece la competitividad del negocio y lo vuelve más rentable. Por otro lado, todos los establecimientos físicos tienen potencial para volverse un corresponsal bancario. La ubicación es prioritaria y los clientes cada día tienen necesidad de más servicios o tecnología financiera.
Hoy las fintech están plenamente integradas tanto en los diferentes sectores industriales como en el comercio. En los siguientes años la digitalización será mayor y el alcance que tendrá esta relación será más relevante; las empresas no deberían esperar a que las fintech se coman su negocio.
Ignorar el cambio tecnológico en un sistema financiero basado en la tecnología es como un ratón muriéndose de hambre porque alguien movió su queso
Chris Skinner, analista de mercados y tecnologías financieras
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*Héctor Shibata es profesor en el EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey y director de Inversiones de AC Ventures, un fondo corporativo de venture capital donde es responsable de liderar los procesos de inversión en startups y fondos, y administrar el portafolio. Ejerce la clase del MBA de Financiamiento para el Emprendimiento. Participó en una startup fintech y ocupó cargos previos en private equity y en banca corporativa y de inversión en México y Nueva York.
Este texto es una columna de opinión. Su contenido es responsabilidad del autor y no representa necesariamente la postura de EL CEO.