Por Héctor Shibata y Ricardo Latournerie*
“Innovation is seeing what everybody has seen and thinking what nobody has thought.”
—Dr. Albert, Szent- Györgyi
Ser parte del G-20 no garantiza que un país sea innovador y tenga desarrollo. Un ejemplo es el caso de México. La mayoría de las personas ven a México como un país turísticamente atractivo, con grandes recursos naturales, una frontera privilegiada con Estados Unidos y mano de obra barata.
El mexicano se ve a sí mismo como creativo, social y emprendedor. Sin embargo, el Índice de Innovación de WIPO presenta a México como un país de media tabla en el lugar 55 de 131 a pesar de ser la decimoquinta economía a nivel mundial.
El mundo de la innovación requiere varios elementos para realmente ser exitoso impulsando el desarrollo económico y el genuino bienestar de las familias. Los principales elementos a considerar son:
- Instituciones (México se ubica en el lugar 74 de 131)
Sin lugar a duda las instituciones públicas y privadas son un elemento fundamental para generar innovación y desarrollo. Es imperativo que cada país promueva ambientes positivos en el ámbito político (México 88/131), regulatorio (92/131) y de negocios (37/131). En ese sentido, México tendrá que resolver los problemas, endémicos y estructurales, de corrupción e inseguridad.
- Capital humano e investigación (Lugar 58 de 131)
Uno de los principales motores de la innovación son las personas; no solo es necesario que la gente sea creativa por naturaleza. sino que se requiere de una educación formal (78/131), formación universitaria (77/131) e investigación y desarrollo (41/131). La inversión en educación de calidad es un mecanismo para generar movilidad social y una mejor distribución de la riqueza. Este es uno de los grandes retos que tienen la mayoría de las economías emergentes: de acuerdo con la OCDE, en México, solamente el 17% de los adultos de entre 25 y 64 años cuentan con un título de educación superior.
- Infraestructura (Lugar 59 de 131)
Los países emergentes como México podrían aprender de países desarrollados que invierten sustancialmente en tecnologías de información y comunicación (50/131), infraestructura tecnológica (78/131) y sustentabilidad ecológica (57/131). China y la India son un ejemplo en cuanto a la tecnificación de su población, la cual está impulsando la innovación y el desarrollo económico. Actualmente, en México se dedica únicamente 2.8% del PIB a gasto en infraestructura, mientras que en economías como China esto representa más del 30% del PIB.
- Sofisticación de mercado (Lugar 59 de 131)
El acceso a crédito (61/131), inversión (113/131) y fomentar el comercio, la competencia y tener un mercado de gran tamaño (14/131) apoyan el desarrollo de un país. Los gobiernos deben cooperar con la iniciativa privada para fomentar un mercado sofisticado que se traduzca en crecimiento económico. En México, la inversión privada asciende a 17% en proporción del PIB, lo cual representa más del 87% de la inversión total en el país; sin embargo, esta ha presentado una caída significativa en los últimos años.
– Sofisticación de negocios (Lugar 59 de 131)
A pesar de que la población en México es muy sociable, aún hoy en día hay baja propensión al trabajo en equipo, lo cual se puede ejemplificar con los escasos triunfos que tienen equipos deportivos en competencias internacionales como mundiales de fútbol y olimpiadas. Es imperativo desarrollar trabajadores intelectuales (72/131), fomentar lazos de innovación (89/131) y absorción de conocimientos (41/131).
- Conocimiento y resultados tecnológicos (Lugar 55 de 131)
Estamos en una era de conocimientos, el poder crearlo (74/131) a través de patentes y artículos científicos que tengan un impacto (58/131) tangible en nuevos negocios y que se pueda difundir (38/131), tanto al interior del país como a nivel internacional, son factores esenciales para generar innovación. Desafortunadamente, en México no se están fomentando estos elementos de la forma como lo están haciendo otros países, como Israel.
- Resultados creativos (Lugar 54 de 131)
Los resultados creativos a través de activos intangibles (60/131) como patentes, valor de marcas globales y diseños industriales de origen, junto con la creación de bienes y servicios creativos (17/131) como películas, productos de entretenimiento y artísticos, así como la creatividad en línea (80/131) representada por creación de aplicaciones móviles y páginas web, son pilares esenciales que fomentan la innovación y vanguardia en el estatus tecnológico de cualquier país.
México es un país receptor de innovación extranjera derivado del gran tamaño de mercado que tiene, la cercanía a Estados Unidos y la carencia de innovación local. Por ello, emprendedores de todo el mundo están llegando a México buscando el éxito; por ejemplo, Kavak de Guatemala, UnDosTres y Oyster de India, Jokr de Alemania, Gaia de Europa, Grin de Bélgica, BNext y Cabify de España y Rappi de Colombia, entre otros.
Del año pasado al actual, México avanzó una posición en el ranking Global del Índice de Innovación, del 56 al 55. Para tener una genuina cultura de innovación con un impacto real en el desarrollo económico del país, se necesita un salto cuántico con la participación de todos los involucrados, gestando una nueva cultura de innovación. Todo país debe reconocer y aprender de sus fracasos, en caso contrario estará destinado a repetirlos.
“The only way to discover the limits of the possible is to go beyond them into the impossible.”
—Arthur C. Clarke
* Héctor Shibata Salazar es profesor adjunto en el EGADE Business School y director de inversiones y portafolio en AC Ventures Fund
Ricardo Latournerie es inversor VC
Este texto es una columna de opinión. Su contenido es responsabilidad del autor y no representa necesariamente la postura de EL CEO.
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