Mientras el eco de la reforma al Poder Judicial aún retumba en los pasillos del Senado, hay un aspecto que ha pasado casi desapercibido, pero que merece toda la atención: la vigilancia férrea que Miguel Ángel Yunes Linares recibió de dos senadores de Morena durante el tumultuoso “día cero”. 

Los protagonistas de esta vigilancia fueron Óscar Cantón Zetina y Félix Salgado Macedonio.

Cantón Zetina es conocido principalmente por su relación con el Grupo Cantón y el Diario Basta!, y Salgado Macedonio, un legislador conocido por sus controvertidas acusaciones de abuso sexual.

Desde su llegada al Senado, en la esquina de Reforma con Insurgentes, hasta su ubicación en la antigua Casona de Xicoténcatl, este par no permitió que Yunes estuviera solo en ningún momento. 

El episodio dentro del Senado se vio más mermado, cuando después del enfrentamiento entre Yunes Linares y Marko Cortés en el Pleno del Senado, figuras del partido blanquiazul decidieron enviar a los senadores con “mayor inteligencia emocional” y “preparación jurídica” a buscar a Yunes Linares y persuadirlo para que reconsiderara su voto. Y aquí es donde el drama alcanza su clímax.

La estrategia no fue idea del presidente del PAN, Marko Cortés, sino que fue orquestada por Ricardo Anaya. Él pensó que enviar a una tropa de senadores con “cabeza fría” podría ser la clave para cambiar el rumbo de Yunes en la votación más cruciales de la legislatura.

Los senadores panistas, con toda su buena voluntad y un toque de desesperación, fueron recibidos con una muralla de imperturbabilidad.

Cantón Zetina y Salgado Macedonio, y los senadores de Morena encargados de la vigilancia constante de Yunes Linares, no permitieron que los panistas se acercaran ni un minuto.

Cambios en la comunicación de la presidenta electa

Con los recientes cambios que se avecinan en el equipo de comunicación de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el panorama se torna más incierto que nunca. 

Y es que la salida de César Iván Escalante Ruiz, quien será el nuevo titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), deja una sensación de vacío en la estrategia de comunicación del próximo sexenio. Aunque a simple vista parece un reconocimiento a sus años de leal servicio, este movimiento podría esconder mucho.

Escalante Ruiz no es cualquier figura en el círculo de confianza de Sheinbaum. Ha estado a su lado desde los días en que fue alcaldesa de Tlalpan, liderando la Comunicación Social.

También fue la pieza clave en su campaña para la Jefatura de Gobierno y luego se encargó de la Coordinación General de Comunicación Ciudadana en la Ciudad de México. Todo indicaba que su experiencia y cercanía con Sheinbaum lo posicionaban como un jugador indispensable para el próximo gobierno federal. 

Su salida deja el camino despejado para otro personaje que siempre ha estado al acecho: Jesús Ramírez Cuevas.

Y no sería la primera vez que se sacrifica a un leal para mantener el control en manos de un viejo conocido del lopezobradorismo.

Lo que queda claro es que la comunicación será un campo de batalla importante en el próximo sexenio. Mientras tanto, Escalante Ruiz, fiel soldado de Sheinbaum, se enfrentará a su propio desafío en Profeco.

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