La Reserva Federal lleva varias semanas intentando alinear sus expectativas respecto a la ruta futura en materia de tasas de interés con las del mercado. La divergencia es amplia. En el mercado de futuros, los inversionistas apuestan a que puede darse entre seis y siete recortes a la tasa de interés oficial en 2024 y que la primera bajada se puede dar tan pronto como en el encuentro de marzo próximo.
Esta especulación luce descabellada. Con una inflación todavía muy por encima del 2% y con el escenario de un aterrizaje económico suave, parece una apuesta muy arriesgada del mercado.
Ahora bien, como sucede siempre, el mercado se adelanta a los hechos. Sus expectativas trabajan bajo la premisa de que la autoridad monetaria estadounidense ha cometido errores robustos en los últimos años y que evaluaciones equivocadas podrían volver a presentarse.
Estimaciones inciertas
La Fed falló en su diagnostico de inflación transitoria. Posteriormente decepcionó con la idea de que la inflación se mantendría en niveles muy altos por un tiempo prolongado. Finalmente, y quedó muy marcado en la última reunión de política monetaria de 2023, tuvo que revirar en su aseveración de que discusiones sobre recortes a la tasa de interés estaban lejos de realizarse al interior del comité del banco central.
En este sentido, el mercado estima que la inflación seguirá bajando de forma importante y que ante cualquier señal de pérdida de dinamismo la Fed tendrá que actuar bajando las tasas de interés.
Esta diferencia de sendas de comportamiento de la tasa de interés tiene impactos relevantes para los mercados financieros globales, particularmente para el peso mexicano.
Gran parte del comportamiento positivo de la moneda mexicana en los últimos dos años se justifica por el atractivo diferencial de tasas de interés entre México y EUA. Cualquier señal de que el diferencial de tasas se reduce, la moneda se presiona un poco y viceversa.
Enfriar apuestas de disminución de tasas
En los últimos días hemos observado una batería importante de declaraciones de funcionarios de la Fed reiterando que solo esperan tres recortes en la tasa y que es prematuro hablar de que la primera disminución sería en la reunión de marzo.
La intención es enfriar las apuestas sobre la velocidad de los posibles recortes. En términos generales, ha tenido poco éxito. No obstante, por momentos sus comentarios hacen eco y por eso observamos algunos episodios de depreciación moderada del peso mexicano.
Todavía es muy pronto para pensar en un cambio de tendencia en los precios de los activos de mayor riesgo. Es probable que el mercado vuelva a intentar presionar a la Fed con su idea de recortes pronto y de forma acelerada de la tasa oficial. Si no va a ser el caso, más le vale a la Fed ser convincente en sus argumentos para lograr una alineación entre ambas posturas y que no se genere una alta volatilidad financiera, que complique los propios planes de su ajuste gradual.
La prueba de fuego será la reunión de política monetaria del 31 de enero.
James Salazar Salinas es actualmente Subdirector de Análisis Económico y Sectorial en CIBanco. Cuenta con 20 años de experiencia laboral tanto en el sector público, como el privado, dedicados al análisis, reporte, seguimiento y estimación de información económica y financiera. Es Economista por la Universidad Autónoma de Nuevo León, con maestría en Teoría Económica por el ITAM.
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