De buenos y malos abogados
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De buenos y malos abogados

Héctor Shibata y Ricardo Latournerie* 

“I’m trusting in the Lord and a good lawyer”

-Oliver North, ex coronel de Marines de Estados Unidos

 

¿Qué tienen en común la Oferta Pública Inicial (OPI) de Robinhood en julio de 2021; la inversión de USD 300 millones de dólares de Telkomsel en Gojek, en mayo; y el levantamiento de capital de 48 millones de dólares en la Serie A de Casai, en octubre de 2020?

Además de que todas levantaron capital y tienen inversión de fondos de venture capital (VC), el total de estas transacciones tuvieron la participación de firmas de abogados que apoyaron a los emprendedores en la estructuración, negociación y cierre de las operaciones. 

Los abogados son aquellos asesores que se encuentran a la sombra de las transacciones, aunque tienen un rol preponderante y una alta influencia en las decisiones y resultados. Quizás muchas personas o emprendedores primerizos renieguen de la importancia de tener un buen abogado a su lado. Sin embargo, la mejor inversión que podrán hacer es tener al mejor jurista posible. 

¿Cuántas transacciones no se han podido cerrar por el mal consejo o la mala pericia de los abogados? ¿Cuántos documentos legales como el Shareholders Agreement tienen inconsistencias por la falta de claridad de los abogados? ¿Cuántos derechos no indispensables o términos fuera de mercados han sido aceptados por abogados con limitada experiencia?

¿Qué diferencia a los buenos de los malos abogados?

  • Experiencia: Bien dice el refrán que más sabe el diablo por viejo, que por diablo. La experiencia es el cúmulo de conocimientos y vivencias adquiridas que da el paso de los años y que acrecienta la capacidad de discernimiento del asesor, para una mejor toma de decisiones al momento de llevar a cabo una transacción. 

Al momento de seleccionar un abogado, se debe validar su experiencia en transacciones similares a la cual se realizará. El asesor deberá estar familiarizado con los términos y prácticas de mercado de acuerdo con la jurisdicción donde se realice la transacción ya sea local o internacional. El prestigio de la firma de abogados no significa que tenga experiencia en la práctica que se necesita. Por ejemplo, quizás la firma de abogados como White & Case sea muy experimentada en derecho corporativo e inclusive en Private Equity, pero eso no significa que sepa de VC. En caso contrario, le estarás pagando a un bufete jurídico por aprender. 

  • Objetividad: En ocasiones, el abogado que acompaña el proceso puede ser muy arrogante, lo cual puede interferir al momento de brindar un buen consejo profesional. Quizás el jurista podría estar motivado a ganar una discusión con el emprendedor, no conoce bien la empresa y, por ende, el consejo brindado será parcial.

Por ello, es importante que no se contrate a amigos o familiares, sino que se seleccione al mejor asesor posible, que siempre dará su opinión objetiva, aunque sea algo que no se quiera escuchar.

  • Servicio al cliente: Muchas personas piensan que lo más costoso es lo mejor. Sin embargo, esta afirmación no siempre es verdadera. En ocasiones, lo costoso implica un sobreprecio y no necesariamente un mejor servicio al cliente. Por ejemplo, entre las firmas jurídicas más relevantes de Estados Unidos se encuentran Cravath Swaine & Moore, Watchell Lipton Rosen & Katz, Skadden Arps Slate Meagher & Flom; sin embargo, no son las firmas con las mejores prácticas de VC comparadas contra Gunderson Dettmer, DLA Piper, Greenberg Traurig, entre otras. 

Usualmente, las firmas más grandes de abogados, en cualquier geografía, estarán enfocadas en atender a los grandes corporativos, ya que ellos podrán pagar los elevados costos por hora que cobran los abogados. En la medida en que la industria de VC ha crecido, se han venido conformando sólidos despachos de abogados que tienen como enfoque esta clase de activos con paquetes de compensaciones adecuados, así como atención personalizada de los socios a las startups

Los abogados son como los médicos, tienen que estar disponibles 24/7 con el objetivo de atender las necesidades de sus clientes, en especial durante el cierre de una transacción. Además de la atención del socio, se requiere un equipo de soporte adecuado para poder cubrir la carga de los proyectos.

  • Valor agregado: El ecosistema de VC es particular y demanda conocimientos específicos. El abogado seleccionado deberá cumplir con los elementos básicos como conocimiento y experiencia. También deberá tener una mente holística entendiendo las motivaciones del emprendedor y el resultado esperado de la operación. Por ejemplo, a veces el emprendedor concede un MFN a los inversionistas con la venia de sus abogados, perdiendo de vista que este derecho pudiera complicar transacciones de capitalización subsecuente con otros inversionistas. 

La firma de abogados debe estar consciente de los costos que está cobrando, ya sea por hora o el monto fijo determinado para toda la transacción y proporcionar la asesoría jurídica de manera transparente. Cuando el costo es fijo, pudieran llegar a presionar al emprendedor o al fondo para cerrar una transacción, aun cuando los términos no estén plenamente acordados.

Cuando un emprendedor o inversionista no tiene experiencia en temas jurídicos es muy fácil que se vea sobrepasado por la mercadotecnia de las firmas de abogados y seleccione a su amigo o a un asesor inadecuado. Por ello, quien va a firmar un contrato requiere tener en mente lo siguiente:

  • Aprender a leer los documentos legales. No dejar la lectura de los documentos solo para los abogados, en ocasiones pudieran hacer omisiones o juicios de valor diferentes a los que el emprendedor tiene sobre su negocio, sobre todo, si la relación de negocios con ellos está inciando.
  • Participar activamente en la negociación de los términos del contrato. Generalmente los términos a negociar son jurídicos o de negocios; sin importar el ámbito, lleva la negociación y toma la responsabilidad de las decisiones. El asesor se va al final de la transacción y el emprendedor se queda con la carga jurídica del contrato.
  • No dejarse llevar por la reputación de la firma de abogados, siempre hay que validar sus conocimientos, experiencia y trayectoria en la práctica que necesaria; por ejemplo, VC, Private Equity, corporativo, propiedad intelectual, penal, etc. 
  • El socio del despacho jurídico que lo va a atender es más importante que el nombre de la firma por sí misma. Desarrolla y cultiva relaciones con abogados, hoy podrían estar en una firma y mañana iniciar su propia firma. 

Los abogados son un mal necesario. No solo estarán para acompañarte en el proceso jurídico de la transacción, sino que pueden ser muy buenos compañeros de viaje, ya que pueden compartir conocimiento y experiencias que han vivido en las múltiples transacciones que en las que han participado, sino que también pueden acercar a otros inversionistas y apoyar en el desarrollo de la startup y/o fondo. Lo mejor que un emprendedor puede hacer es acercarse a buenos abogados, escuchar sus consejos (aunque duelan) y cultivar una relación de largo plazo. 

“I have a loyalty that runs in my bloodstream, when I lock into someone or something, you can’t get me away from it because I commit that thoroughly. That’s in friendship, that’s a deal, that’s a commitment. Don’t give me paper – I can get the same lawyer who drew it up to break it. But if you shake my hand, that’s for life”

-Jerry Lewis, comediante estadounidense

*Héctor Shibata Salazar es profesor adjunto en EGADE Business School y director de inversiones y portafolio en AC Ventures Fund; Ricardo Latournerie es inversionistaVC.

Este texto es una columna de opinión. Su contenido es responsabilidad del autor y no representa necesariamente la postura de EL CEO.

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