El alto precio de la gasolina en Estados Unidos está impactando a negocios como Walmart, que tiene por delante el gran reto de atraer de vuelta a sus tiendas a los consumidores de bajo presupuesto que han optado por otras opciones más económicas.
Si bien los precios de la gasolina han bajado casi 20% en el último mes, no hay señales de que los compradores están volviendo a hacer sus compras en el mayor minorista de EU, según los datos de tráfico peatonal revisados por Reuters y analistas.
Además, la inflación se mantiene en el nivel más alto de los últimos 40 años, lo que ha mermado gran parte del presupuesto para alimentos de muchos estadounidenses, especialmente en compradores conscientes de los costos de Walmart.
La afluencia en los 3,573 supermercados de Walmart en Estados Unidos y en sus 370 tiendas de descuento (al 31 de enero de 2022) cayó alrededor de un 2.7% entre el 1 de junio y el 25 de julio en comparación con el año anterior, según datos de Placer.ai, una empresa de análisis de localización.
Mientras tanto, el tráfico en las tiendas Aldi, propiedad del supermercado de descuento alemán Aldi Süd, aumentó un 11.5%; en tanto que el número de visitas de los compradores subió un 4.1% en Dollar General.
Es probable que los analistas se centren en la forma en cómo revertir la pérdida de clientes en las tiendas de Walmart, una vez que la minorista presente sus resultados del segundo trimestre el próximo 16 de agosto.
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Desafío: ni fácil, ni barato
Burt Flickinger, director gerente de Strategic Resource Group, dijo que Walmart necesita invertir más en anuncios locales para atraer a la gente de nuevo a las tiendas.
El recorte de los anuncios en los periódicos locales se ha convertido en el “talón de Aquiles” de Walmart, dijo Flickinger. Si la empresa quiere que los clientes vuelvan, Walmart debe gastar más dinero en “anuncios de alto valor” que destaquen las promociones y las rebajas.
Los compradores de Walmart tienen un gasto promedio por hogar de 73,000 dólares, según datos de Numerator, una empresa de análisis del consumidor.
En junio, la inflación alcanzó el 9.1%, un récord de cuatro décadas, mientras que los precios de la gasolina se dispararon hasta los 5.006 dólares el galón en promedio, frente a los 3.161 dólares del año anterior, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Según varios economistas, el aumento de los precios de la gasolina recortó cientos de dólares del presupuesto mensual del estadounidense promedio de bajos ingresos.
Walmart deja de ser la primer opción
El consejero delegado de Walmart, Doug McMillon, ha calificado previamente al minorista como un “luchador contra la inflación” y un destino principal para los compradores en periodos de recesión.
Sin embargo, la cuota de Walmart como primera opción para las compras de comestibles cayó al 25.5% en julio, desde el 27.4% en junio, según una encuesta mensual de consumidores de Prosper Insights & Analytics citada en una nota de Cowen & Co.
McMillon dijo recientemente a los inversionistas que los compradores -especialmente de los hogares con menores ingresos- compraron menos artículos en los tres meses anteriores al 30 de abril, aunque también consolidaron sus visitas a tienda, en respuesta a precios más altos del combustible.
El gasto mensual en gasolina en julio se elevó al 5.57% de los ingresos de un hogar estadounidense típico -que gana 5,412 dólares al mes después de impuestos-, frente al 2.79% de los ingresos en diciembre de 2019, según GlobalData.
Los hogares más pobres suelen gastar una mayor parte de sus ingresos en gasolina y productos esenciales.
Los Walmart Supercenters tienden a estar ubicados fuera de las principales áreas metropolitanas, lo que requiere que muchos compradores conduzcan varios kilómetros, además de que este tipo de tiendas no venden gasolina.
Con información de Reuters
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