La automotriz sueca Volvo ya no tiene planes para debutar en bolsa, dijo este jueves su CEO, Hakan Samuelsson, poco más de dos meses después de que pospuso su oferta pública inicial culpando a las tensiones por la guerra comercial.

“No hay planes para entrar en el mercado”, dijo Samuelsson en entrevista durante el Autoshow de Los Ángeles.

La valuación estimada de Volvo, propiedad de la china Geely, estaba entre 16,000 y 30,000 millones de dólares en septiembre, cuando preparaba su OPI.

El fabricante sueco tampoco planea hacerse de capital a través de la emisión de bonos. “No es un buen momento y el mercado es turbulento”, opinó el CEO.

El principal objetivo de la OPI era inyectar recursos a la empresa en momentos en que todos los fabricantes de vehículos profundizan sus esfuerzos para desarrollar unidades eléctricas y autónomas.

Pero Samuelsson dijo que el desarrollo de su marca de vehículos eléctricos Polestar sigue en pie y será financiado con flujos de efectivo existentes.

Las condiciones de la industria automotriz se han complicado con la guerra comercial entre China y EU y la aplicación de medidas más astringentes sobre las emisiones contaminantes en Europa.

A esto se suman los cambios en las preferencias de los consumidores en Estados Unidos, que llevaron a General Motors a anunciar el cierre de cinco plantas en Norteamérica y el despido de alrededor de 14,000 personas.

El conflicto comercial también podría afectar la expansión de la planta de Volvo en Carolina del Sur, en la que planeaba invertir 1,100 millones de dólares y crear 4,000 empleos, pues China es el principal mercado de la compañía.

Apenas la semana pasada, la empresa sueca anunció que dividiría la producción de su sedán deportivo S60 entre EU y China, como una forma de evitar aranceles. El plan original era fabricar todas las unidades en EU y luego exportarlas al gigante asiático.

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