Volkswagen aumentó su previsión de rentabilidad para 2021 un 0.5% este jueves, tras un semestre “récord”, pero se declaró más pesimista respecto a las ventas anuales por la escasez mundial de chips.

La automotriz alemana espera un margen operativo de entre un 6% y un 7.5%, después de haber “limitado con éxito” el impacto de la pandemia y los problemas de abastecimiento de semiconductores durante los seis primeros meses del año.

Sin embargo, afirmó que espera “efectos más pronunciados” en el segundo trimestre, según dijo el director financiero, Arno Antlitz.

Entre enero y junio, la empresa registró un beneficio operativo de 11,600 millones de euros (13,700 millones de dólares), conforme a las cifras preliminares comunicadas a principios de julio. Se trata de un resultado superior al de 9,000 millones de euros (10,600 millones de dólares) del primer semestre de 2019, que supuso un récord, justo antes de la crisis sanitaria.

El resultado neto alcanzó los 8,500 millones de euros (10,000 mdd), en comparación con los 1,000 millones de euros (1,100 mdd) en pérdidas de 2020, según el comunicado.

A consecuencia de los “buenos resultados financieros”, la rentabilidad alcanzó un 8.8% en seis meses.

 El jefe del grupo, Herbert Diess, agregó “sobre todo, las ventas premium han evolucionado muy bien” con márgenes ” de dos cifras”.

Sin embargo, como el conjunto del sector, Volkswagen continúa expuesto a la escasez de los semiconductores, que perturba las cadenas de abastecimiento.

“En consecuencia, el grupo rebaja su pronóstico de ventas”, indicó Volkswagen, que pese a ello prevé un nivel “sensiblemente” superior al de 2020.