No se puede continuar con el mismo plan de exploración y producción de sus campos petroleros de los últimos años, sin una estrategia adecuada se podría conducir a consecuencias aún más graves, consideró el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Agustín Díaz Lastra.

El comisionado explicó que la falta de planificación en décadas anteriores para la para la explotación de los yacimientos de petróleo en México ha resultado en costos elevados para el país, y una falta de estrategia adecuada en la actualidad podría conducir a consecuencias aún más graves

 “Aunque los hidrocarburos han sido un pilar fundamental para las finanzas públicas durante décadas, el enfoque actual en la extracción y explotación no es suficiente para asegurar la sostenibilidad del sector a largo plazo”, expuso.

Resaltó que el presupuesto destinado a la exploración prospectiva debe basarse en indicios científicos sólidos, a pesar de que estos no puedan aún traducirse en probabilidades monetarias exactas.

Esta metodología de trabajo, aunque sistemática, corre el riesgo de ser insuficiente si no se acompaña de una estrategia de planificación a largo plazo.

Díaz Lastra subrayó que el sector energético necesita una planificación estratégica que abarque tanto la etapa de declinación de los campos actuales como la intensificación de la búsqueda de nuevos yacimientos.

La falta de una estrategia adecuada podría resultar en un agravamiento de los problemas que enfrentó el sector en el pasado, cuando el agotamiento de grandes yacimientos dejó a México en una posición vulnerable.

Además, Díaz Lastra enfatizó que el éxito en la exploración de nuevos yacimientos es crucial para mejorar el perfil de deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex). 

“A pesar de que México cuenta con un potencial significativo, el tiempo es un factor crítico para maximizar el valor de los recursos hidrocarburíferos. La planificación debe ser anticipada, y no dejarse para una situación de urgencia que podría surgir más rápidamente de lo esperado”, comentó.

El comisionado también advirtió sobre la necesidad de una regulación y coordinación eficiente entre las instituciones gubernamentales y los actores del sector energético.

La creación de una cartera multianual de proyectos para exploración y una asignación presupuestaria vinculada a los volúmenes extraídos son propuestas que podrían ayudar a garantizar un equilibrio entre la extracción y la reposición de recursos.

México debe darse cuenta de la realidad que enfrenta con sus campos petroleros

Para el especialista energético Vinicio Suro Pérez, la realidad de la producción está lejos de lo deseado, y urge a replantear las estrategias de exploración y desarrollo para los campos petroleros.

Según él, aunque se habla de “cifras impresionantes” en el gobierno federal actual, como los 100,000 millones de barriles de petróleo potenciales en un campo petrolero, la realidad muestra que se han dado descubrimientos muy modestos en los últimos años en México. 

“Nosotros como país claramente tenemos mucho de eso, pero también cuando oigo a hablar de 100,000 millones de barriles de petróleo, creo que me pongo a ver la estadística de descubrimientos y se están descubriendo yacimientos de 20, 30 millones de barriles de petróleo crudo equivalente”, comentó durante la Convención Nacional Petrolera

El experto hizo hincapié en la necesidad de que México descubra y aproveche campos petroleros que superen los 100 millones de barriles para sostener la producción actual del país. 

Esto implica, desde su perspectiva, que tanto el gobierno como las empresas deben apuntar a proyectos de mayor escala y ambición

 “El país requiere de campos por arriba de 100 millones de barriles, y eso significa que desde el punto de vista de exploración y desarrollo tenemos que apuntar a eso”, enfatizó.

Uno de los puntos más críticos de su intervención fue la advertencia sobre la diferencia entre reservas y producción real. Suro señaló que aunque se hable constantemente de reservas probables y posibles, lo que realmente “cuenta son las reservas probadas y la capacidad de extraerlas de manera efectiva”.

 “Los números son atractivos, pero los números son números… hay que ponerlos en cosas concretas”, afirmó, instando a que se acelere el paso en la exploración para evitar quedarse en la fase de análisis teórico sin avances concretos.

La producción actual de México, que ronda los 1.7 millones de barriles diarios, incluyendo condensados, se enfrenta a desafíos importantes. Campos como Sama ya están en declive.

No obstante, Suro advirtió que el país necesita un esfuerzo adicional para alcanzar las metas establecidas, como los 1.8 millones de barriles diarios, y para ello se deben considerar los recursos económicos necesarios para alcanzar dicho objetivo.

 “Cuando se habla de 1.8 millones de barriles, a mí me gustaría hablar de cuántos recursos económicos se requieren para eso y hacer la pregunta: ¿los tenemos?”, cuestionó.

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