La renuencia del gobierno nacional a utilizar técnicas no convencionales de producción de gas natural han provocado que México deje pasar la posibilidad de ser el quinto mayor productor del mundo, además de que temas como el transporte y el almacenamiento han impedido que el hidrocarburo tome un lugar preponderante en la transición a energías limpias, explicaron expertos.
“Para los industriales, el gas natural es el combustible más importante, y actualmente representa más de la mitad de nuestro consumo”, dijo José de Jesús Valdez, director general de Alpek.
“Esta tendencia no hará más que incrementarse en los próximos años(…) actualmente se importa casi el 70% del gas y la dependencia incrementa. Algunos pronósticos hablan de que la importación pudiera llegar al 90%”.
El directivo expuso que los altos índices de importación han afectado la competitividad del hidrocarburo nacional. En algún momento, el gas del sur de México llegó a tener ventajas de precio sobre el estadounidense, pero hoy en día el producto nacional tiene una desventaja de cerca del 70%.
Para revertir la diferencia de precios es necesario aumentar aún más la infraestructura para gas natural en el territorio mexicano. “Tenemos que asegurarnos que las tarifas de transporte sean competitivas, porque la principal diferencia entre la tarifa de gas natural estadounidense y mexicano es el costo de transporte”, resaltó Valdez.
México no debe confiarse del acceso al gas americano en el corto plazo, advirtió Tania Ortiz, directora general de IEnova, y se tienen que tomar decisiones de política pública para garantizar la disponibilidad, sobre todo a través de una red de transporte del norte al centro.
Actualmente existen dos sistemas casi aislados: el viejo sistema de Pemex gestionado por Cenagas y los nuevos ductos privados que dan servicio a CFE, resaltó Ortiz. Esto provoca que sea complicado mover la molécula de una forma eficiente entre sistemas, además de que pueden promover el canibalismo entre ambas redes.
El otro gran problema es la falta de almacenamiento. “Cuando hablamos de las terminales de gas natural licuado decimos que son terminales de almacenamiento y no es cierto: son tanques para recibir buques de GNL, pero no son de almacenamiento estratégico. Urge que México cuente con instalaciones estratégicas independientemente del origen de la molécula”, dijo Ortiz.
Para garantizar que México alcance la autosuficiencia de gas natural, también hace falta un plan nacional para realizar proyectos de producción de gas no asociado, resaltó Luis Vázquez, presidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural.
Este sistema podría ser impulsado por el gobierno o por privados, pero tendría que enfocarse en planes claros para el desarrollo e implementación de técnicas no convencionales.
Valdez señaló también que México debería seguir el ejemplo de Estados Unidos, que tenía una industria petroquímica al borde de la quiebra antes de recurrir a métodos no convencionales de producción.
Guy Caruso, asesor senior de CSIS, advirtió que el interés de México debería ser el de aprovechar los próximos 10 años de mercado de compradores, sobre todo dada su cercanía al mayor productor a nivel mundial.