Nadie duda de la capacidad de Bill Gates para construir una empresa exitosa, pero su postura acerca de la importancia del tiempo de descanso puede no ser tan popular. Según el cofundador de Microsoft, los fundadores de startups no deberían tomar fines de semana ni vacaciones mientras están construyendo sus empresas.
“Para mi particular forma de ser, es cierto que no creía en fines de semana y vacaciones”, dijo Gates en una conferencia de Village Global la semana pasada sobre su forma de trabajar cuando estaba en sus veintes.
“Tengo una postura muy arraigada de que debería haber un sacrificio muy grande durante esos primeros años”, opinó el segundo hombre más rico del mundo, según datos de Bloomberg, con una fortuna estimada en 106,700 millones de dólares.
No es el primer gigante empresarial en pensar lo mismo. Apenas en abril, el fundador del gigante del comercio electrónico Alibaba y uno de los hombres más acaudalados de China, Jack Ma, fue criticado por apoyar la práctica laboral china conocida como ‘996’: trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche seis días a la semana.
Mientras que Elon Musk ha dicho que trabaja 120 horas a la semana para que Tesla logre sus metas, sin importar que eso le impida ver a sus hijos, tomar vacaciones o dormir.
“Ford y Tesla son las únicas dos compañías automotrices estadounidenses que evitaron la bancarrota”, subrayó Musk en respuesta a la petición de Ariana Huffington de que debería descansar, después de que el CEO reconoció, en una entrevista con el New York Times, que estaba exhausto.
Huffington dejó la casa editorial que lleva su nombre para impulsar una iniciativa sobre la importancia del descanso, llamada Thrive Global.
Ford & Tesla are the only 2 American car companies to avoid bankruptcy. I just got home from the factory. You think this is an option. It is not.
— Elon Musk (@elonmusk) 19 de agosto de 2018
Gates sí matizó su visión de trabajo sin descanso, al señalar que no es para todos y que, en sus treintas, descubrió lo mucho que disfrutaba los fines de semana y las vacaciones.
“Las personas pueden rendir culto o mitologizar el trabajar demasiado”, advirtió.