Los cereales de desayuno, la cerveza, los bancos, las tiendas departamentales, los diamantes, el matrimonio. Todas son cosas que los millennials han sido acusados de “matar”.
Pero Deloitte advierte que esos reportes solo aplican para los miembros de esa generación que reciben ingresos altos, pues los del estrato socioeconómico medio y bajo compran de la misma manera que el resto de las generaciones.
Los millennials, que actualmente tienen entre 24 y 36 años, son descritos como gente centrada en sus teléfonos inteligentes, que prefieren gastar en experiencias que en bienes, pero los números muestran otra realidad al analizar el comportamiento de gasto de los millennials según su nivel de ingresos.
Según el estudio, los millennials de ingresos bajos y medios se comportan en línea con los otros miembros de su cohorte de ingresos, sin importar a qué generación pertenecen.
“Por ejemplo, cuando examinamos la cuestión del comportamiento del canal (si los millennials tienen más probabilidades de comprar en las tiendas o en línea), encontramos que los millennials de bajos ingresos se parecen a otras generaciones en la probabilidad de comprar en las tiendas (79% y 81%, respectivamente); y en la parte de ingresos medios, no hay diferencia entre los consumidores millennials y no millennials”, explicó el reporte.
El millennial de altos ingresos representa solo el 19% del total de la generación y solo 6%, de la población en general, por lo que sus hábitos no son una muestra representativa de lo que las personas cercanas a su edad hacen, aunque sí sean los que acaparan los titulares con su gusto por el pan tostado con aguacate y los servicios de entrega a domicilio.
Aunque es cierto que los millennials son 6.4% menos propensos a reportar que generalmente compran en tiendas departamentales en comparación con otros grupos de edad, diferencia que parece ser consistente sin importar el nivel de ingresos, los negocios deben analizar a detalle si los cambios en los patrones de consumo aplican realmente a su público objetivo y no generalizar los reportes que circulan sobre los gustos de esta generación.