Tequila y mezcal, un mercado del que todos quieren un "caballito"
Tequila y mezcal, un mercado del que todos quieren un “caballito”

Tequila y mezcal, un mercado del que todos quieren un “caballito”

Además de la fama, ¿qué une a Eva Longoria, La Roca, Elon Musk, Kendall Jenner, Michael Jordan o Adam Levine?, que todos ellos lanzaron su propia marca de las bebidas alcohólicas mexicanas más famosas en el mundo: el tequila y mezcal.

A la lista de celebridades que han puesto sus ojos en la bebida originaria de Jalisco se suman Jimmy Buffet; Nick Jonas; Rita Ora; el grupo de rock AC/DC; George Clooney —marca de tequila que fue vendida a Diageo en 2017 por 1,000 millones de dólares—; Daddy Yankee, Carlos Santana y otros.

Que estos personajes hayan puesto sus ojos en el tequila no es solo por su afición por la bebida espirituosa, también responde a que los famosos quieren una rebanada del pastel que representa.

Tan solo al 2020, el mercado de la bebida elaborada del agave alcanzó los 1,378.5 millones de dólares y esto apenas es el inicio. Se estima que para 2025 su valor crezca 44% a 1,982.6 millones, según cifras y estimaciones de la consultora de mercados Euromonitor International.

Alrededor del 30% de la producción de tequila está en manos de famosos con marcas propias, estima la Cámara de la Industria Tequilera. 

No obstante, la bebida está dominada por la mexicana Becle (que controla la marca Jose Cuervo), seguido por las multinacionales Diageo, Suntory, Brown-Forman (dueña de la marca Tequila Herradura) y de la nacional Tequila Supremo, de acuerdo a Euromonitor.

Tequila, una bebida con ‘aguante’

El tequila alcanzó su nivel máximo de producción este año y su crecimiento anual más grande en los últimos 17 años. En los primeros siete meses del año se produjeron 307.3 millones de litros de la bebida, el máximo volumen desde que el Consejo Regulador del Tequila (CRT) tiene registro en 1995.

Lo producido significó un crecimiento de 40.4% comparado con el mismo lapso de 2020. Esta expansión solo es menor por la registrada en 2004, cuando la producción salto 40.5% anual.

Los datos del consejo también arrojan que, el año pasado con todo y pandemia, la producción logró crecer 2.1% de manera anualizada entre enero y julio. El peor descalabro en la industria se registró en 2009, cuando la producción se contrajo 18.4%, en medio la crisis sanitaria por la influenza A H1N1 y la crisis global de ese año.

Además, las exportaciones del tequila también alcanzaron su máximo nivel en 26 años, con 189.2 millones de litros que fueron enviados al mundo. En el mismo sentido el crecimiento anual es el más amplio desde que se tienen registros, con 22.8% para los primeros siete meses del año, revelan datos del CRT.

Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones, pues concentró el 86.2% hasta julio. Otros países como Alemania, España, Canadá o Australia se reparten el resto.

Mezcal, incipiente

Otro de los destilados del agave es el mezcal, bebida que en últimos años se ha popularizado entre los mexicanos y extranjeros. Tanto así que también algunas personalidades han respaldado sus propias marcas como el actor mexicano Luis Gerardo Méndez con la etiqueta Ojo de Tigre, así como la asociación entre Adam Levine y Sammy Hagar con su ‘mezquila’ que combina el mezcal y tequila bajo el nombre Santo Mezquila.

Aunque la proporción de su producción es de 28 veces menor que la del tequila, su consumo se expande. En 2020 se produjeron 7.9 millones de litros de mezcal, 9.8% más que lo elaborado el año inmediato anterior. El volumen lo ubica como el máximo en la última década, de acuerdo a datos del Consejo Regulador del Mezcal.

El 60% del total de su elaboración está destinado a su exportación, y el año pasado salieron 4.8 millones de litros de la bebida. Son 313 marcas de mezcal las registradas para exportar su producto, 36 etiquetas más que las de 2019.

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Cabe recordar que tanto el tequila como el mezcal son bebidas con denominación de origen, es decir, para ostentar su nombre deben de cumplir con la regla de que su elaboración debe ser en México y luego en los estados del país acreditados.

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