La alta probabilidad de que México pierda en el panel de discusión con Estados Unidos y Canadá por posibles incumplimientos al T-MEC pondría en peligro los salarios de los trabajadores del sector exportador.
Esto, dado que dichos salarios son 40% superiores a los que se pagan en el resto de la economía, aseguró Kenneth Smith, exjefe negociador del T-MEC, lo que además supondría un riesgo que se extiende a los empleos del sector.
Si los afectamos, vamos a dañar seriamente a la economía nacional. Si nos imponen represalias comerciales en contra de los productos más exitosos de nuestro sector exportador, se ponen en peligro esos empleos
advirtió el exjefe negociador del T-MEC.
Destacó que si el panel concluye que México violó el T-MEC, EU y Canadá, puedan retirar sus preferencias comerciales, cuando las exportaciones y la inversión extranjera son el motor de México para salir de la crisis económica.
Lo anterior, derivaría en que Estados Unidos se surtiría de otras partes, por lo que con ello México, “a todas luces”, perdería, agregó el especialista.
Al respecto, Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), aseguró que el sector exportador es uno de los pocos que crece en el país y en el que se pagan los mejores salarios manufactureros.
Por ello, afectar los salarios generaría un menor crecimiento económico en México, dado que esos ingresos se destinan al consumo, un escenario que podría derivar en una pérdida de relevancia del país en el sector exportador, lo que “sería un desastre”.
Además, habría menos exportación y menos inversión de los extranjeros en el sector de manufacturas, lo que significaría que la tasa de crecimiento económico de corto y de largo plazo se reduciría
aseguró Feliz.
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México, a un paso del panel T-MEC
EU y Canadá solicitaron consultas con México sobre el cumplimiento al T-MEC con el argumento de que las reformas a las leyes de la Industria Eléctrica (LIE) y de hidrocarburos realizadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador violan este acuerdo.
El incumplimiento es en los capítulos 14, de protección a las inversiones y 22, de empresas propiedad del Estado y en referencia a temas ambientales también.
Si en las consultas México decide no cambiar estas reformas –que si bien entraron en vigor, se encuentran suspendidas por los jueces debido a los amparos que interpusieron las empresas–, deberá participar en el panel con EU y Canadá.
Hay una alta probabilidad de que sí nos vayamos a un panel. Y dado que hay ese riesgo alto, hay que tomarlo muy en serio y tratar de resolverlo en la fase de consulta, porque una vez que pongan las medidas de represalia, va a ser muy difícil echarlas para atrás
comentó Kenneth Smith.
Sin embargo, destacó que no vislumbra cómo en las fases de consulta, México pueda convencer a EU de que no hay violación alguna, “puesto que sí la hay”, mencionó.
En su opinión, la presión política que se ha generado en México por este asunto ha sido provocada por AMLO al asegurar que “México no entregará la energía a intereses privados”.
Por ello, asegura, estos dichos dejan poco margen de maniobra a su equipo técnico (la Secretaría de Economía, que participará en las consultas) para reconocer que las nuevas políticas de México contravienen el T-MEC, por lo que es necesario cambiarlas.
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Difícil que gane México
El entrevistado comentó que el gobierno de México ha sostenido de forma incorrecta que el capítulo 8, que se añadió al T-MEC al final de la negociación con el equipo de transición en la administración de Enrique Peña Nieto, excluye al sector energético del acuerdo comercial.
“Eso es incorrecto, porque el capítulo señala que México es soberano con el derecho de cambiar su Constitución y sus leyes”, explicó.
A su vez, agregó Smith, el capítulo reitera que EU y Canadá reconocen esos derechos de México, pero lo hacen sin perjuicio de sus derechos y medios disponibles conforme a este tratado.
Esta frase, sin lugar a dudas jurídicas y de ninguna índole, quiere decir que México puede cambiar su Constitución, leyes y regulaciones; pero si al hacerlo viola los compromisos plasmados en el tratado, está sujeto a solución de disputas
declaró Smith.
Entonces, México queda sujeto a la posibilidad de que si un panel falla en su contra, se le puedan retirar las preferencias comerciales por haber violado el tratado.
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Subir aranceles, el mayor riesgo
En el panel se expondrá que el capítulo 8 no exime a México de todas las responsabilidades que tiene en el sector energético debido al T-MEC.
Cuando surja el informe final del panel –lo que sucedería más o menos un año después de que se abran las consultas– y México pierda la discusión, EU subirá los aranceles a los principales productos de exportación.
Estos compiten con sus similares en EU, como frutas y hortalizas, tequila y cerveza, electrodomésticos, productos de acero y aeroespacial así como autopartes.
Smith expuso que el gobierno mexicano está limitando la participación del sector privado en la industria energética al sugerir la cancelación de permisos existentes para cogeneración y compra de electricidad a los privados.
La advertencia, agregó, cambiaría el orden del ingreso de la energía al sistema eléctrico nacional.
“Todo esto es cambiar las reglas a medio camino cuando las empresas ya invirtieron. El capítulo 14 esté siendo violado”, sostuvo.
¿Cómo funciona el panel?
Smith relató que el panel tardaría en resolver el asunto en un periodo de seis a ocho meses y que se conformaría en un mes o mes y medio por tres listas, cada una con 10 panelistas correspondientes a México, EU y Canadá.
Los panelistas serán abogados y expertos en comercio internacional que podrían tener experiencia en la solución de disputas en otros foros.
En las listas debe haber un representante de EU o de Canadá, según el país con el que se realice el diálogo, uno de México, y otro de un país diferente, que fungirá como presidente del panel.
El capítulo 31 del T-MEC establece el procedimiento para el panel, en el que el país que se siente afectado presenta un escrito donde expone cada una de las violaciones y el antecedente.
Esto puede llevar de seis a nueve meses, y México puede ejercer su derecho de audiencia.
Los panelistas, por su parte, pueden solicitar que acuda un experto o personas que participaron en la negociación del T-MEC, o Amicus Curiae, que son personas no directamente relacionadas con el caso, pero que se pueden ver afectadas, como el sector privado.
2023: Decisión final
Antes de que acabe el 2023, se podría tener la decisión final del panel y, también, claridad sobre las represalias comerciales si México pierde, estimó Smith.
Concluyó que la gran ventaja del T-MEC es que se mantuvo el libre comercio, lo cual no era obvio en 2017, cuando inició la negociación de este acuerdo, ya que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, quería regresar a mecanismos de comercio administrado.
Con lo cual se limitaba el acceso a los productos mexicanos, para entonces tratar de reducir el déficit de Estados Unidos con México.