Subejercicio de Pemex y CFE muestra los problemas administrativos que las aquejan
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Subejercicio de Pemex y CFE muestra los problemas administrativos que las aquejan

Pemex y CFE, las dos empresas productivas del estado, presentan un subejercicio presupuestal en términos nominales de 60,117 millones de pesos, una situación que ya ocurrió el año pasado y que evidencia algunas las carencias administrativas que enfrentan ambas compañías para alcanzar las metas propuestas por la administración federal.

El subejercicio, que equivale al 11% del presupuesto de la petrolera y el 6% de la empresa de energía, es menor al que se presentaba a estas alturas del 2019, pero es un testigo de los mismos problemas al interior de ambas empresas.

“Hace un año Pemex estaba muy por debajo de la meta y habían gastado más o menos el 20% de lo presupuestado, CFE también estaba en una situación similar”, señaló Luis Serra, director de la Iniciativa de Energía en el ITESM. “Por ser un primer año podría haberse considerado normal, pero sí era un monto considerable”.

La primera razón que podría justificar este subejercicio en 2020 son los compromisos laborales que ambas empresas tienen a fin de año.

“Las prestaciones de aguinaldos y demás son muy altas en ambas empresas, entonces es normal que tengan cierto guardadito en caja”, señaló Carlos López Jones, director de Consultoría en Tendencias Económicas y Financieras.

“El año pasado Pemex no terminó de pagar sus deudas, y al parecer está haciendo lo mismo en este momento(…) de acuerdo con las leyes mexicanas al último que le puedes deber es a los trabajadores”.

Además, actualmente la empresa se encuentra negociando la compra de la gasolina que será entregada en noviembre y diciembre y busca evitar una crisis de escasez como la que se vivió a principios de este año.

Otra razón probable para el subejercicio es una baja en la dinámica provocada por la crisis del coronavirus. Esta coyuntura inesperada hizo imposible que Pemex persiguiera las metas de producción de la administración, y por lo tanto disminuyó gastos operativos en áreas como producción y refinación.

“Sin COVID-19 la demanda de crudo a nivel mundial no hubiera caído y eso hubiera permitido que el precio de la mezcla se mantuviera sobre 70 dólares. En ese caso, tal vez estaríamos hablando de seis campos prioritarios desarrollados en vez de cuatro y tal vez 1.7 millones de barriles diarios en vez de 1.6”, dijo López Jones.

Esta tendencia a la baja tendría que corregirse en 2021 si se espera conseguir un aumento en la producción nacional de petróleo, por mínimo que sea, aunque expertos advirtieron que este aumento no será inmediato y no será del tamaño que la administración pretende.

“Es irreal: no hay manera de que lleguen a 1.8 millones de barriles diarios”, señaló López Jones.

El subejercicio de Pemex y CFE también está en línea con un concepto mal entendido de “austeridad” que este gobierno ha venido manejando, dijo Serra. Incluso el sector salud presentaba un subejercicio al primer trimestre de este año, por lo que “en realidad estamos hablando de algo que está relacionado con la idea de ahorro de esta administración”, a pesar de que reflejan una mala planeación de los presupuestos.

Esta mala planeación podría ser el motivo por el que el presupuesto propuesto para CFE 2021 ha disminuido casi en la medida del subejercicio que la empresa presenta este año.

“Esto va en contra de la narrativa que tiene la 4T de salvar a CFE(…) el tema está en cómo vamos a satisfacer la necesidad de llevar electricidad a los puntos de consumo reduciendo pérdidas si no se está destinando presupuesto a transmisión y distribución”, dijo Serra.

El posible recorte al presupuesto previene que la empresa corrija los problemas de ineficiencia que afectan la confiabilidad de su red, por lo que la creciente demanda eléctrica en México complicará no sólo los problemas de apagones en el país, sino la misma sostenibilidad financiera de la compañía.

“Otra vez estamos viendo dos discursos: en la mañanera el Presidente promete plantas de energía para Yucatán, Tijuana y BCS, y en la práctica resulta que no hay dinero presupuestado ni subastas para que los privados puedan entrarle. Al final el gobierno se va a quedar sin energía y vamos a volver a ver apagones”, advirtió López Jones.

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