El grupo automovilístico Stellantis anunció el martes buenos resultados para el primer semestre, un año después de la parálisis provocada por la pandemia y a pesar de la escasez de semiconductores, que redujo sus ventas en 700,000 vehículos. 

El grupo nacido a principios de 2021 de la fusión de PSA y Fiat-Chrysler registró una utilidad neta de 5,900 millones de euros (6,900 millones de dólares) frente a la pérdida de más de 800 millones de euros en los seis primeros meses de 2020. 

Se trata de pro forma, es decir, que incluyen los resultados de los fabricantes antes y después de su fusión.

La facturación fue de 75,300 millones de euros, un crecimiento del 46% interanual. 

Richard Palmer director financiero comunicó: “Hemos tenido un semestre muy bueno tanto en términos de márgenes como de ventas”. 

Según Palmer, Stellantis registró un margen equivalente al 11.4% de la facturación, “un margen récord para los dos grupos originales”.  

El grupo registró buenos resultados en el mercado estadounidense, con buenas ventas de sus pick-ups Ram y sus Jeeps híbridos. 

En Europa, el mayor mercado del grupo, las ventas del Peugeot 2008 y de los nuevos Citroën C4, Opel Mokka y Fiat 500 eléctrico están impulsando las ventas, dijo Stellantis.

“Las sinergias entre los dos grupos se han aplicado más rápido de lo previsto”, aseguró el director financiero, por un total de 1,300 millones de euros en el primer semestre, sobre todo en gastos de investigación y desarrollo. 

El grupo Stellantis espera ahora alcanzar un margen operativo de alrededor del 10% en 2021, mientras que a principios de año tenía como objetivo entre el 5.5% y el 7.5%.  

Esta hipótesis excluye posibles nuevos confinamientos o la agravación de la crisis de los semiconductores. 

La escasez de piezas electrónicas, que ha obligado al grupo a suspender la actividad de algunas fábricas, no debería “empeorar”, según Richard Palmer