Standard & Poor’s (S&P) rebajó la calificación de Aeroméxico a B+ desde BB-, por el impacto en los ingresos y la debilitación de su capacidad para captar créditos, así como una menor demanda de viajes derivada del impacto del COVID-19.

La agencia colocó en revisión especial negativa la nota de Aeroméxico, luego de que la compañía dio a conocer el jueves que disminuyó en 35% la capacidad de su red doméstica y en 50% la de su red internacional.

La medida implica que Aeroméxico ponga en tierra una tercera parte de sus aviones. La flota operativa actual de Aeroméxico suma 125 aeronaves Boeing 787 y 737, así como Embraer 170 y 190.

“Esto implica poner en tierra de forma inmediata 40 aviones, cifra que muy probablemente aumentará en los siguientes días”, de acuerdo con un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores este viernes.

Además, la empresa implementó un esquema de trabajo remoto desde casa para el 80% de su personal administrativo a partir de esta semana.

“Se implementó un esquema de trabajo remoto, home office, para 80% de nuestro personal administrativo desde el 17 de marzo hasta nuevo aviso. Hemos aplicado protocolos de salud y seguridad adicionales para los colaboradores que, por sus funciones, no pueden trabajar de manera remota”, señala el documento.

La aerolínea también puso en marcha un programa voluntario de permisos sin goce de sueldo por 30, 60 o 90 días. “Los invito, si su dinámica lo permite, a que formen parte de él”, afirmó Conesa.

Como parte de las acciones por preservar su posición de efectivo y proteger la operación en el largo plazo, la compañía dio a conocer que se reducirán los salarios de los directivos y la plantilla de trabajadores.

“Nuestros ejecutivos aportaran una reducción salarial del 20% al 50% y el resto de nuestros colaboradores participaran también en esta reducción con una parte proporcional”, detalla Aeroméxico.   

Previamente, Aeroméxico redujo 40% de sus vuelos hacia Europa. Las aerolíneas de todo el mundo han reducido considerablemente sus vuelos debido al cierre de fronteras ante el aumento de casos de COVID-19.

La crisis sanitaria también ha golpeado la capitalización de mercado de Aeroméxico, cuyas acciones se encaminan hacia bajas históricas trimestrales.

El martes, Moody’s recortó la nota de la aerolínea a B2 desde B1, ante la posibilidad que incumpla sus pagos. La calificadora advirtió que la crisis desatada por el coronavirus en el sector aéreo reducirá los ingresos de la compañía en 20%.

Los bonos de Aeroméxico con vencimiento en 2025 también han sufrido, cayendo a alrededor de 36 centavos y llevando el rendimiento a alrededor de 35%.

La aerolínea enfrenta pagos por 360 millones de dólares en el corto plazo y al final de 2019 tenía 480 millones en efectivo, según Bloomberg.

Analistas estiman que la situación que enfrenta Aeroméxico, así como otras aerolíneas nacionales como Interjet y Volaris, es similar a la provocada por otro virus: la influenza A/H1N1 en 2009, cuando el tráfico de pasajeros cayó 11.6% frente a 2008, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).

Con información de Reuters