El conglomerado japonés Sony llegó a un acuerdo para comprar la desarrolladora y editora independiente de videojuegos Bungie por 3,600 millones de dólares, según informó este lunes en un comunicado.

De acuerdo con información del sitio GamesIndustry.biz, el estudio permanecerá como “subsidiaria independiente” de Sony Interactive Entertainment, conservando a Pete Parsons como presidente de la desrrolladora de videojuegos, al igual que al resto del equipo directivo.

Sony no ha especificado si la transacción se llevará a cabo en efectivo o en acciones

El presidente y consejero delegado de Bungie, Pete Parsons expresó que seguirán desarrollando y editando sus juegos de manera independiente, además de que trabajará a la par de los desarrolladores de PlayStation Studios.

“Nuestros juegos seguirán estando donde nuestra comunidad esté, en cualquier sitio donde elijan jugar. Comprendemos la importancia de esto. Hemos hecho crecer los estudios de forma orgánica, pero también hemos realizado una serie de adquisiciones a lo largo de los años”, afirmó en una publicación hecha en el blog de la compañía.

En tanto, el presidente y consejero delegado de Sony, Kenichiro Yoshida, aseguró que con esta compra buscan ampliar su gama de activos tecnológicos y de entretenimiento, así como apoyar la evolución de Bungie y su capacidad de crear mundos icónicos en múltiples plataformas y medios.

Bungie y Microsoft

Esta es la segunda vez que Bungie es adquirido por una gran compañía. En el 2000, Microsoft compró al desarrollador de videojuego, quienes se encargaron de darle vida y forma al popular videojuego Halo. Después, en 2007 este equipo logró separarse de los responsables de Xbox, para luego llegar a un acuerdo de 10 años con Activision para crear el también popular juego “Destiny”.

Hace dos semanas, Microsoft informó de que había llegado a un acuerdo con Activision Blizzard para comprar la empresa por 68,700 millones de dólares en efectivo.

Activision se ha visto afectada por acusaciones y protestas de empleados, renuncias y una demanda que alega que permitió condiciones laborales tóxicas y acoso sexual contra sus empleadas mujeres.

Microsoft y Sony compiten en el mercado de las videoconsolas, siendo la primera la dueña de Xbox y la segunda, de PlayStation.