El hombre más rico de México, Carlos Slim, siempre ve una oportunidad en cada crisis y la que ha generado la pandemia del COVID-19 en el sector energético no es la excepción, pues el magnate aumentó sus inversiones en la industria petrolera.
A través de la sociedad Control Empresarial de Capitales, Slim aumentó su participación con 230 millones de dólares en la refinería de petróleo PBF Energy, y el operador de oleoductos PBF Logistics, de acuerdo con la agencia Bloomberg.
Esta adquisición se da en medio de un panorama en que la demanda de crudo se ha visto mermada por efecto de la pandemia, lo que también se ha reflejado en los precios de las acciones del sector energético, que cotizan en mínimos.
Vemos esto puramente como una inversión, que es muy diferente de nuestras operaciones. La refinación es algo que necesita el mundo —aviones, barcos, coches— y, pues, estas empresas están muy castigadas porque con la pandemia bajó el consumo
dijo Arturo Elías, vocero y yerno de Slim.
En 2017, la familia Slim comenzó a invertir en dichas empresas y, en 2020, agregó alrededor de 70 millones de dólares, con la mayor parte de las compras luego del brote de la pandemia del COVID-19, según muestran los datos compilados por Bloomberg.
Slim ocupa el sitio 21 en la lista de los más ricos del mundo, con una fortuna de 57,600 millones de dóalres, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg.
La mayor parte de su riqueza proviene del gigante de las telecomunicaciones América Móvil.