En medio de la sequía que vive Monterrey, el gobierno ha puesto la lupa en el sector industrial y abrió una vez más un debate añejo sobre en qué manos debe quedar este liquido vital o bien, qué esquemas de concesiones deben de usarse para garantizar este derecho a la ciudadanía. 

Para Carlos Samayoa, coordinador de Ciudades Sustentables en Greenpace México, un punto de arranque podría ser revisar la Ley de Aguas Nacionales y los esquemas de concesiones, además de promulgar una Ley General de Aguas con un enfoque de garantizar el acceso al agua como derecho humano y que lleva más de una década pendiente.

La situación que atraviesa la capital del estado de Nuevo León y otros municipios del norte del país, deriva de diversos factores, como el cambio climático, el fenómeno de La Niña, el crecimiento poblacional, así como el comportamiento de la actividad industrial y de autoridades en la distribución de agua, comentó. 

Entre 10% y 15% de las cuencas del país están en acaparamiento de agua, a veces por industrias o porque poblaciones locales compiten por agua con industrias cuando la disponibilidad es muy baja. En otros casos, si bien la cuenca tiene agua suficiente, las poblaciones tienen dificultades de acceso porque hay infraestructura insuficiente, rezagada o con poco mantenimiento

dijo en entrevista Samayoa.

El especialista apuntó que las ganancias de las empresas que realizan consumos elevados de agua, como la metalurgia o las refresqueras, no se comparan con los beneficios económicos que el gobierno distribuye a municipios para que mejoren sus sistemas de distribución de agua.

Hay una diferencia bastante amplia entre los beneficios que se quedan en las localidades en términos de acceso al agua potable por la misma materia prima de la que las industrias se están beneficiando de una forma muy alta. Ahí pensamos que algo debe cambiar

comentó.

Industrias en la mira

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reveló en junio 64 concesiones de agua que tienen empresas en Monterrey, las cuales representan alrededor de 50 millones de metros cúbicos. El organismo agregó que entre las compañías que poseen un mayor volumen de agua concesionada están la cervecera Heineken y la productora de aluminio Ternium.

Tanto el gobierno estatal como el federal hicieron llamados a las empresas para ceder parte del agua o reducir su producción con el fin de conservar el líquido.

En respuesta, la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León (Caintra) aseguró que más de 69 empresas se unieron para donar 24.8 millones de metros cúbicos de agua mediante pipas, tinacos y botellas a la ciudadanía.

Heineken anunció una serie de medidas, como la cesión de agua equivalente al 20% del consumo de su planta en Monterrey a favor de la red de Servicios de Agua y Drenaje.

Además, la empresa informó que, en conjunto con Alfa, otorgará la exploración y equipamiento de un nuevo pozo profundo de 3.1 millones de metros cúbicos de agua al año, con un costo de más de 20 millones de pesos.

En tanto, Arca Continental, la segunda embotelladora más grande de Coca-Cola en América Latina, informó que han rehabilitado 15 pozos operados por el estado y que cedieron temporalmente parte de su agua concesionada a la infraestructura pública.

Más acciones

De acuerdo con el Monitor de Sequía de México al 15 de julio, hay 782 municipios anormalmente secos y 764 con niveles de sequía de moderada a excepcional y recientemente, Conagua emitió el acuerdo general de inicio de emergencia por sequía severa, extrema o excepcional.


Aunque la medida habilita el intercambio de agua hacia los municipios, no implica ninguna obligación, por lo que especialistas consideran que se requiere de mayores medidas que tomen en cuenta el factor climático para atender una situación que incrementará en los próximos años.

Es una historia que vamos a ver que se repite con más frecuencia e intensidad, particularmente en el norte (del país). Muchas veces los organismos operadores de agua hacen sus planeaciones con base en datos históricos de precipitación y disponibilidad de agua, pero cuando el planeta se está calentando no sirve como referente para ver que pasará en los próximos 10 y 20 años

dijo Gloria Soto, profesora investigadora de la UAM Cuajimalpa e integrante de la Red AgUAM.

Debido a que la gestión del agua es competencia municipal y en ocasiones no cuenta con la capacidad suficiente para cumplir su labor, se requiere de inversión en los tres niveles de gobierno y políticas que abarquen tanto al uso de la población, como al del sector industrial y agrícola (el principal consumidor del líquido).