Saudi Aramco quiere debutar el 11 de diciembre en bolsa, indicaron tres personas con conocimiento del tema.

Se prevé que la petrolera estatal anuncie el inicio de su proceso el próximo 3 de noviembre, luego de retrasar sus planes a inicios de este mes a fin de que los asesores tuvieran más tiempo para sumar a inversionistas claves a la operación.

Las fuentes precisaron que el CEO de la firma, Amin Nasser, no estaba presente en foro de inversión en Riad este martes porque se encontraba en reuniones con inversionistas extranjeros de cara a la transacción.

Aramco quiere colocar una participación de entre 1 y 2% en la bolsa de Tadawul, y se perfila que sea una de las mayores salida al mercado accionario, con un valor superior a los 20,000 millones de dólares.

La petrolera respondió a Reuters que “no hace comentarios sobre rumores o especulaciones. La compañía sigue colaborando con los accionistas en los preparativos para la salida a bolsa. La compañía está lista y el calendario dependerá de las condiciones del mercado y será a elección de los accionistas”.

Aramco es la compañía más rentable del mundo, por encima de Apple. 

Las fuentes pidieron no ser identificadas por motivos comerciales.

El jefe del fondo soberano del reino, Yassir al-Rumayyan, indicó que la compañía tendrá pronto más accionistas institucionales.

Al-Rumayyan, gobernador del Fondo de Inversión Pública (FPI) y presidente del consejo de administración de Aramco, hizo estas declaraciones en el foro anual de inversión que se celebra en la capital saudí.

La suscripción de la oferta pública de acciones comenzará el 4 de diciembre, dijo la televisión estatal saudí Al-Arabiya este martes citando fuentes.

El gigante petrolero tiene previsto anunciar el precio de salida a bolsa el 17 de noviembre, añadió la cadena, mientras que el debut bursátil en el mercado de valores local, el Tadawul, se produciría el 11 de diciembre.

La perspectiva de que Aramco venda un pedazo de sí misma ha tenido a Wall Street en vilo desde que el príncipe heredero Mohammed bin Salman avanzó la operación por primera vez hace tres años.

Sin embargo, la valoración de 2,000 millones de dólares que desea el príncipe heredero siempre ha sido cuestionada por financieros y expertos del sector, que señalan que los países están acelerando sus esfuerzos por alejarse de los combustibles fósiles para frenar el calentamiento global, poniendo bajo presión los precios del petróleo y socavando las valoraciones de los productores.