El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y los organismos que lo integran se dijeron preocupados por el grave impacto del decreto que restringe la importación de combustibles y derivados con el objetivo de combatir el mercado ilícito, y pidió su modificación.
Si bien el sector privado reconoce los esfuerzos que han hecho las autoridades para combatir el mercado ilícito de combustibles, la comunidad empresarial realiza importaciones constantes de productos que no se producen en el país o cuyo abasto es insuficiente
manifestó la cúpula de cúpulas empresariales en un comunicado.
El órgano que preside Francisco Cervantes señaló que el decreto establece medidas no arancelarias desproporcionadas para el comercio internacional de los materiales mencionados en el documento, además de tiempos excesivos para revisar y autorizar solicitudes y avisos, lo que afecta considerablemente la integración de las cadenas de valor y daña a sectores clave de la industria nacional.
El decreto publicado el pasado 23 de octubre por la Secretaría de Energía en el Diario Oficial de la Federación (DOF) limita la importación de un listado de hidrocarburos con la intención de combatir el mercado ilícito de combustibles así como el contrabando de gasolina y diésel, también conocido como huachicol fiscal.
¿A qué sectores afecta la restricción de importación de combustibles?
De acuerdo con el CCE, entre los principales sectores que ya enfrentan un desabasto de materias primas y cuya producción y exportación resultará afectada están:
- Lubricantes y aditivos
- Resinas sintéticas
- Plásticos
- Automotriz
- Fibras sintéticas y textiles
- Jabones y detergentes
- Hules, llantas y mangueras
- Amoniaco y fertilizantes
- Manufacturas eléctricas
- Componentes para equipos médicos
El máximo órgano de representación empresarial afirmó que además de generar graves distorsiones en múltiples cadenas productivas, el decreto afecta el suministro de productos e insumos para otras industrias que usan químicos y lubricantes para su operación.
Agregó que también pone en riesgo inversiones realizadas en terminales hechas para importar ciertos productos, desestabiliza el mercado y deja a las empresas privadas sin capacidad para operar correctamente en el país.
“Desde el sector empresarial, consideramos que este decreto envía un mensaje negativo para la inversión de empresas globales que buscan relocalizar sus operaciones en México, mermando el crecimiento económico del país y nuestro prestigio como exportador a nivel mundial”, expuso el CCE en el comunicado, por lo que pidió dialogar con la autoridades para encontrar alternativas.
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