A cuatro años de haber llegado a México como un nuevo jugador en telefonía móvil, la operación de AT&T en el país “sigue sin ser rentable y está por debajo de las expectativas”, de acuerdo con Elliott Management Corporation, un fondo que hace unos días invirtió 3,200 millones de dólares en el gigante de telecomunicaciones.
En una carta enviada a la Junta Directiva de AT&T, Elliott sugiere a la compañía una revisión completa de su cartera, incluyendo un análisis sobre cuáles empresas debe priorizar y cuáles suponen un distractor, en cuyo caso deben dejar fuera.
Además, el fondo plantea que el operador de origen estadounidense debe realizar un cambio estratégico que contemple también un ajuste en sus fusiones y adquisiciones, pues éstas generan incertidumbre tanto en inversionistas como en empleados.
El planteamiento de Elliott Management de analizar cualquier activo “que no tenga una lógica clara y estratégica para ser parte de AT&T debe considerarse para la desinversión“, incluye no solo el negocio de telefonía móvil, sino también la participación de la compañía en DirecTV, que en México supone el 41% en Sky, mientras que el 59% restante corresponde a Grupo Televisa.
Una empresa que, por cierto, ha reflejado en los últimos trimestres malos resultados, por lo que la televisora está concentrando sus esfuerzos para robustecer su oferta y hacerla nuevamente atractiva.
Para analistas del sector de telecomunicaciones en México, todas las compañías del sector, incluida AT&T, atraviesan por un proceso de reajuste ante un nuevo gobierno que aún no define del todo el rumbo, aunado a que el entorno regulatorio es particularmente distinto a otros mercados.
AT&T, con rezago en crear valor
A pesar de la expansión de la compañía, que va desde adquisiciones como Time Warner hasta su incursión en México, AT&T no ha creado valor para la empresa y solo ha crecido la carga de pasivos, señaló Ramiro Tovar Landa, consultor en Regulación Económica y Política de Competencia.
En ese sentido, el analista reconoció que, si bien la compañía llegó a México como un ente innovador, que introdujo la presión competitiva al ofrecer llamadas a Estados Unidos y Canadá como llamadas locales, ahora el escenario es distinto.
La firma perdió impulso, y la filial en México quedó relegada frente a sus innovaciones en Estados Unidos, confiado en su marca, sin remontar
dijo el analista.
Cuando AT&T llegó a México hizo eco como una marca muy dinámica, agresiva y con una estrategia clara a nivel comercial , no obstante, a medida de su avance por el mercado local, su plan ha sido menos dinámico y más cauteloso, comentó por su parte Víctor Pavón Villamayor, presidente de Oxford Competition Economics.
En esa línea, el economista dijo que si bien el escenario actual ha dependido en buena medida de la visión global de la compañía, sin duda la visión de cada uno de los tres CEOs que han liderado la operación en México ha tenido un impacto en los resultados.
Sin embargo, Pavón Villamayor considera que cuatro años son poco tiempo para replantearse la estrategia, aunque la sugerencia de hacerlo por parte del fondo obedecería a que en México se han generado más cambios de los que pudieron haber previsto a su llegada al mercado, donde el entorno regulatorio ha sido clave.
Con el nuevo gobierno el sector enfrenta un proceso de reajuste, de hacia dónde va la política de telecomunicaciones, algo que todo operador debe considerar
comentó el economista a EL CEO.
México, con retos constantes
Si bien durante estos años de operación en México ha logrado su meta de cobertura, su base de clientes de AT&T ha ido en aumento y su ingreso promedio por usuario (ARPU) es de los más altos del segmento móvil, la compañía sigue arrastrando números negativos en sus finanzas.
Fue en 2015 cuando la compañía inició operaciones en México, tras concretar la compra de Iusacell y Nextel. En ese entonces Thaddeus Arroyo, CEO de AT&T México, aseguró que en solo una década, el operador recién llegado desbancaría a Telcel como líder en la oferta de telefonía móvil.
Sin embargo, a poco de que se cumpla la mitad de ese plazo, AT&T México ocupa el tercer lugar en el mercado de telefonía móvil, con una participación de 14.82% al primer trimestre de 2019, que equivale a 17.8 millones de líneas móviles totales.
Durante este tiempo, el negocio de AT&T México ha sido dirigido por tres diferentes CEOs que han enfrentado retos distintos bajo un mismo común denominador: regulación y competencia.
Laurent Therivel es el actual CEO de AT&T México, quien asumió el cargo a principios de noviembre de 2018, a menos de un mes de que terminara la administración de Enrique Peña Nieto, por lo que es el primer directivo que enfrenta el cambio de gobierno en el país.
Antes de él estuvo Kelly King, quien estuvo al frente de la participación de AT&T en la subasta de espectro de la banda de 2.5 GHz, y quien también vivió el fallo de la Corte sobre la tarifa cero en favor de Telcel.
América Móvil: la cereza en el pastel
América Móvil fue una de las empresas convocadas al foro Communacopia 2019, organizado por Goldman Sachs, en Nueva York, la cual fue representada por Carlos García Moreno Elizondo, director de Finanzas de la empresa.
Durante su participación, el directivo comentó, entre otras cosas, que ninguno de los dos operadores de telefonía móvil con quienes se disputa el mercado son competencia para la compañía controlada por Carlos Slim.
Por un lado, sugirió que Telefónica no seguirá como un rival en México, y por otro que AT&T no ha llegado a ser un rival para la compañía que tiene más del 60% del mercado móvil en el país.